Por RTNews

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Pfizer ha ofrecido extender su contrato de vacuna Covid-19 con la Unión Europea mientras reduce las entregas, pero aún espera que el bloque pague miles de millones de euros por dosis no utilizadas en medio de un importante exceso de suministro en algunos países, informó el Financial Times.

La oferta provocó la indignación de un puñado de estados miembros, que dicen que el acuerdo serviría a los intereses de Big Pharma sobre sus propios ciudadanos.

La extensión del contrato llevaría el acuerdo de vacunas hasta 2026, con una reducción propuesta del 40% en el número de dosis suministradas, así como retrasos en las entregas, informó el martes el periódico, citando a dos funcionarios no identificados.

Sin embargo, a pesar de los recortes sugeridos, el gigante farmacéutico estadounidense todavía insiste en que se le pague por el número total de dosis acordadas originalmente, muchas de las cuales nunca se producirían bajo los nuevos términos.

Las enmiendas al acuerdo, cuyo texto completo nunca se ha hecho público, fueron presentadas por la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, durante una reunión a puerta cerrada en Bruselas el martes, pero enfrentaron objeciones de algunos miembros de la UE.

En una declaración conjunta emitida después de la reunión, funcionarios de Bulgaria, Hungría, Lituania y Polonia dijeron que no firmarían el acuerdo con los cambios propuestos, ya que «no presentan una solución final y justa a los problemas del excedente de la vacuna Covid-19 y no satisfacen las necesidades de los sistemas de salud, las necesidades de los ciudadanos y los intereses financieros de los estados miembros».

El ministro de Salud polaco, Adam Niedzielski, argumentó que la propuesta actual de Pfizer favorecería a las grandes farmacéuticas, y ha pedido que se publique el contrato secreto, cuestionando el papel que desempeñó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en las negociaciones para el acuerdo masivo de vacunas.

Un organismo de control de la UE lanzó una investigación sobre el proceso de negociación y adquisición a fines del año pasado, después de que la oficina de von der Leyen no produjera mensajes de texto personales enviados al CEO de Pfizer, Albert Bourla, durante las conversaciones por casi 2 mil millones de dosis de vacunas, lo que provocó acusaciones de corrupción.

El bloque de 27 miembros firmó originalmente un contrato conjunto con Pfizer en 2020, pero desde que la pandemia retrocedió, la demanda de vacunas ha disminuido constantemente, dejando una sobreabundancia en todo el continente.

Algunos países se han visto obligados a tirar las vacunas, con Alemania solo desechando unos 36,6 millones de dosis, según la emisora pública BR24, mientras que otros están sentados en grandes existencias de vacunas no utilizadas, como Austria, que ha reportado alrededor de 17,5 millones en su suministro.

Sin embargo, el ministro de Salud checo, Vlastimil Valek, rechazó las críticas, argumentando que la «mayoría de los países» habían aceptado el acuerdo y que «el contrato no es malo». Agregó que el gran stock de dosis no supondría un problema ya que «Covid todavía está aquí» y «será necesario repetir la vacunación cada año para un grupo particular de pacientes».


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