Italia: Meloni prohíbe los insectos en la pasta y en las pizzas

Por Carlos Esteban – Gaceta.es

Visto en: TierraPura.Org

Los globalistas deben de tener en sus despachos un retrato de Giorgia Meloni con una diana para tirarle dardos, porque la flamante primer ministro italiana no deja de hacerle cortes de manga al Gran Reinicio abanderado por Klaus Schwab y sus cuates en los gobiernos occidentales.

Cuenten ustedes: obliga a etiquetar claramente las harinas fabricadas con insectos y a almacenarlas aparte en los hipermercados; crea una ley para proteger el idioma italiano de la influencia anglosajona; prohíbe en su territorio en acceso a la Inteligencia Artificial de ChatGPT, y prohíbe la carne artificial y los insectos en la fabricación de pasta y pizzas. ¡Mamma mia!

Giorgia no ha respondido específicamente al aserto del Foro Económico Mundial en cuanto a que no tendrás nada y serás feliz, pero parece tener muy claro que el italiano no va a ser feliz con pizzas y pasta hechas de cucarachas o grillos, y tampoco con salsa boloñesa con carne artificial, y ha prohibido por ley ambas cosas. Si alguien lo intenta, podría tener que pagar hasta 60.000 euros de multa.

Esto, naturalmente, es una medida que medios occidentales como la BBC hacen de ella una peligrosa ultraderechista.

Con esto Meloni va totalmente a contracorriente de sus vecinos de la Unión Europea, que está autorizando todo tipo de alimentos elaborados con grillos, saltamontes y larvas de gusanos de la harina, entre otros insectos. La respuesta de Meloni ha sido, implícitamente, que los bichos se los coma Ursula von der Layen.

La nueva normativa italiana exige que los alimentos que contengan insectos se etiqueten con letras grandes y se muestren en estantes separados del resto de los alimentos para que las personas no los compren por error. Además, los alimentos a base de insectos se etiquetarán con advertencias sobre los riesgos asociados con su consumo.

Y, sobre todo, se prohibirá que la comida tradicional italiana como la pasta y la pizza contenga harina hecha de insectos.

«Lo que prevén los decretos es una etiqueta con el origen del producto, los riesgos asociados al consumo y la cantidad de harina de insectos presente, pero también hemos habilitado estantes especiales donde se pueden exhibir dentro de las tiendas… los que quieran elegir grillos, larvas y langostas pueden ir allí y aquellos que no quieran, como imagino que la mayoría de los italianos, pueden mantenerse alejados», ha declarado Francesco Lollobrigida, ministro de Agricultura.

El gobierno soberanista estudia ahora prohibir también la carne cultivada en laboratorio y los alimentos sintéticos para proteger el patrimonio alimentario italiano y la salud de las personas.

Por otra parte, Meloni está luchando con uñas y dientes contra la «invasión del idioma inglés» que, según ella, se ha apoderado de Italia, y tiene un plan. Se trata de una nueva legislación propuesta que sancionará el uso del inglés y otras palabras extranjeras en las comunicaciones oficiales con multas de entre 5.000 y 100.000 euros.

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