por Por Mundo Esotérico y Paranormal
En la película de 1977 de Steven Spielberg “Encuentros en la tercera fase”, los extraterrestres se comunican con los humanos a través de una secuencia de cinco notas. En el éxito de taquilla de Spielberg de 1982 “ET”, un diminuto extraterrestre aprende a hablar gracias un programa de televisión para niños.
Y en “La llegada” de 2016, los visitantes con forma de calamar usan pictogramas para hacerse entender por los científicos que manejan pizarras con palabras.
Pero, ¿qué pasaría realmente si hiciéramos contacto directo con una especie extraterrestre? ¿Cómo reconoceríamos o interpretaríamos su inteligencia y qué diríamos? Estas son solo algunas de las preguntas que muchos científicos se hacen y que continúan sin respuesta. Pero tal vez ha llegado el momento de prepararse para tal contacto.
Nuevas señales extraterrestres
Los extraterrestres podrían estar intentando comunicarse con nosotros, ya que los científicos han detectado 25 misteriosas ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) desde el espacio exterior.
Estas explosiones de radiación poderosa fueron recogidas por el radiotelescopio Experimento Canadiense de Mapeo de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME) entre 2019 y 2021. Actualmente no se sabe qué produce las FRB, pero generalmente se cree que son emanadas por estrellas moribundas en galaxias distantes.
Lo que hace que las nuevas FRB sean especiales es que se están “repitiendo”: múltiples ráfagas vinieron de la misma ubicación en el espacio, según los astrónomos de la Universidad de Toronto, EE.UU. Hasta ahora, se han detectado muchas más FRB no repetitivos que repetidores, pero este último tipo tiene el potencial de dar más información sobre su procedencia.
Esto se debe a que ofrecen a los científicos la oportunidad de estudiar ráfagas desde un solo lugar con diferentes instrumentos y recopilar diferentes datos. Los fenómenos recién descubiertos han elevado el número total de FRB repetidos conocidos a 50.
“Los FRB probablemente son producidos por las sobras de muertes estelares explosivas”, dijo el coautor del estudio, el Dr. Ziggy Pleunis. “Al estudiar las fuentes repetidas de FRB en detalle, podemos estudiar los entornos en los que ocurren estas explosiones y comprender mejor las etapas finales de la vida de una estrella. También podemos aprender más sobre el material que está siendo expulsado antes y durante la desaparición de la estrella, que luego se devuelve a las galaxias en las que viven las FRB.”
Las FRB son destellos de luz extrañamente brillantes, que se registran en la banda de radio del espectro electromagnético, que aparecen temporal y aleatoriamente desde el espacio. Cuando una solo FRB se dispara, contiene 10 billones de veces el consumo anual de energía de toda la población mundial.
Los destellos son tan poderosos que los radiotelescopios pueden detectarlos desde más de cuatro mil millones de años luz de distancia. Van desde una fracción de milisegundo hasta unos pocos segundos antes de desaparecer sin dejar rastro.
En 2017, un equipo del Observatorio Astrofísico Smithsoniano dijo que podrían provenir de transmisores extraterrestres que alimentan sondas interestelares. No son infrecuentes, y vienen de todas partes del cielo, pero han dejado sorprendidos a los investigadores durante años ya que su causa es poco comprendida. Estudiar las FRB es difícil porque nadie sabe en qué parte del cielo ocurrirá la próxima explosión. Las FRB no repetitivos, que solo “explotan” una vez desde su ubicación de origen, se detectan con mucha más frecuencia que las FRB repetidas.
Esto ha llevado a los científicos a especular que cada uno de ellas es producida por algo diferente. También difieren en otros aspectos; las FRB repetidos tienden a provenir de galaxias enanas, pero las FRB no repetitivas provienen de muchos tipos diferentes de galaxias. Las FRB repetidas suelen ser menos energéticos y no duran tanto como las FRB no repetitivas, y también tienen un rango diferente de frecuencias.
El nuevo estudio, publicado en la revista científica The Astrophysical Journal, presenta el descubrimiento de 25 nuevas FRB repetidas detectados entre el 30 de septiembre de 2019 y el 1 de mayo de 2021, duplicando el total conocido. Los investigadores volvieron a analizar todas las FRB repetidas conocidos anteriormente, así como los que no estaban seguros, con nuevas herramientas estadísticas. Esto ayudó a confirmar si las ráfagas provenían o no de la misma galaxia y, por lo tanto, si realmente estaban repitiendo FRB.
Además de confirmar que 25 FRB eran repetidas, el equipo también descubrió que muchos de ellas están “sorprendentemente inactivas”, produciendo menos de una ráfaga por semana. Esto sugiere que todas las FRB podrían estar repitiéndose, ya que las que no se repiten simplemente no se han observado durante el tiempo suficiente para recoger su segunda ráfaga. El equipo espera que sus hallazgos puedan conducir a una respuesta definitiva sobre qué produce exactamente un FRB.
“Es emocionante que CHIME/FRB haya visto múltiples destellos desde los mismos lugares, ya que esto permite la investigación detallada de su naturaleza”, dijo Adaeze Ibik, estudiante de doctorado y coautor del estudio. “Pudimos afinar algunas de estas fuentes repetitivas y ya hemos identificado galaxias probablemente asociadas para dos de ellas.”
Lo que parecía un fenómeno aislado del espacio a pasado a ser un misterio en sí mismo. Los científicos no se ponen de acuerdo con el verdadero origen de las FRB, pero lo que está claro es que están aumentando en cantidad y en repeticiones. Por lo que podríamos encontrarnos ante comunicaciones con civilizaciones de otros mundos.
¿Crees que los extraterrestres se están intentando comunicarse con nosotros?
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