Por RT

Un equipo de científicos plantea que, al detectar y estudiar estos objetos, se podría aprender tanto sobre sus propiedades y orígenes, como sobre nuestro sistema solar.

Un nuevo estudio realizado por astrofísicos estadounidenses sugiere que es probable que la órbita cercana a la Tierra haya capturado a algunos objetos interestelares (ISO, por sus siglas en inglés) que nos han visitado.

Los investigadores plantean que podría haber una población constante de estos objetos en esta región de nuestro sistema solar que pudieran tener una vida media superior a las poblaciones de estos objetos ubicados en otras regiones.

La investigación, realizada con base en simulaciones numéricas, analizó la eficacia del masivo Júpiter en la captura de ISO en órbitas cercanas a la Tierra en comparación con la eficacia de la Tierra-Luna. Los autores obtuvieron que Júpiter es 10.000 veces más eficiente en la captura de estos cuerpos.

También notaron que, con mucha probabilidad, un ISO capturado terminaría ubicado donde están los centauros. Dado que los centauros son pequeños cuerpos con órbitas inestables, debido a las interacciones con los planetas gigantes, los astrónomos sugirieron que algunos ISO pudieran estar escondidos entre ellos.

Al analizar su estabilidad, los astrónomos encontraron que los ISO capturados por Júpiter tienen una vida media de unos 50.000 años antes de ser expulsados de nuestro sistema solar. Sin embargo, los capturados por el sistema Tierra-Luna tienen una vida media de unos 130.000 años.

En relación con estos datos, los investigadores calculan que la población de ISO capturada por Júpiter se reduciría al 10% de la fracción original en solo 800.000 años, pero en el caso del sistema Tierra-Luna este punto se alcanzaría en 2,1 millones de años.

En el 2017, los astrónomos identificaron a ‘Oumuamua como el primer objeto interestelar que llegó a nuestro sistema solar y al cometa 2I Borisov como el segundo en visitarnos, en el 2019. Estos objetos presentaban tamaños muy grandes, que facilitaron su detección.

El estudio reveló que entre 1 o 2 de estos objetos capturados en la órbita cercana a la Tierra, con un tamaño entre 50 y 70 metros, podrían ser detectables.

«Al detectar y estudiar los objetos interestelares capturados podemos aprender sobre las propiedades y los orígenes de dichos objetos y la formación y evolución de los sistemas exoplanetarios e incluso de nuestro sistema solar», escribieron los autores en un artículo publicado este miércoles en el servicio de preimpresión arXiv. El documento aún no ha sido revisado por pares. 

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