Por RT

Kevin Baragona, fundador de DeepAI, un servicio que ofrece herramientas de inteligencia artificial, asegura que la IA actúa «con mayor facilidad y precisión que nunca».

La inteligencia artificial (IA) ha demostrado ser una herramienta capaz de mejorar exponencialmente la vida y el que hacer del hombre.

Sin embargo, expertos temen que, al mismo tiempo, esté facilitando encontrar, rastrear y recopilar información de casi cualquier persona, una ventaja que podría ser aprovechada para fines delictivos.

Kevin Baragona, fundador de DeepAI, un servicio que ofrece herramientas de inteligencia artificial, asegura que basta con una fotografía y la tecnología existente para saber casi cualquier cosa de alguien.

«Hay servicios en línea que pueden usar una foto tuya, y yo podría encontrar todo: cada instancia de tu rostro en Internet, cada lugar en el que has estado y usar eso para propósitos de tipo acosador», señaló Baragona a Fox News Digital.

Una persona que pasea en público puede ser fotografiada con facilidad por otro transeúnte, que, utilizando la Red, es posible que encuentre su nombre y, «si paga lo suficiente», sería capaz de «encontrar dónde ha estado, dónde podría estar actualmente e incluso predecir a dónde irá», asegura el ingeniero, resaltando que la IA actúa «con mayor facilidad y precisión que nunca».

La inteligencia artificial, ¿aliada del crimen?

En este sentido, C.A. Goldberg, un bufete de abogados que se ocupa de delitos relacionados con la IA, advirtió en abril que el ‘software’ impulsado por esta tecnología analiza grandes cantidades de datos «en un abrir y cerrar de ojos», posibilitando a delincuentes y acosadores tener la ubicación en tiempo real de sus víctimas.

«Los algoritmos impulsados por IA podrían, por ejemplo, analizar y predecir los movimientos de una persona mediante la recopilación de datos de una variedad de fuentes: publicaciones en redes sociales, fotos con etiquetas geográficas, etc., para aproximarse o incluso anticipar la ubicación de una víctima», advierte la firma.

El pasado noviembre, PimEyes, un motor de búsqueda de reconocimiento facial en línea, fue demandado en el Reino Unido por la organización civil Big Brother Watch, que alega que esos servicios son una «gran amenaza» para la privacidad de millones de personas.

La compañía afirma que su propósito es permitir a sus usuarios buscar información disponible públicamente sobre sí mismos y que no está pensada para vigilar a otras personas.

No obstante, la contraparte insiste en que, por ejemplo, un acosador, podría averiguar «el lugar de trabajo de una persona o indicaciones sobre la zona en la que vive» y que «las imágenes de cualquier persona, incluidos niños, pueden ser rastreadas».

Pese a los peligros latentes, Baragona cree firmemente en el potencial de la IA y en «cómo puede hacer del mundo un lugar mejor». «La AI redefinirá la humanidad, pero cómo se desarrolla eso depende de cómo se use y quién la esté usando», subraya.

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