Fuente: Vision Times en Español
Visto en: TierraPura.Org
Durante miles de años, las personas han mirado a las estrellas y han reflexionado constantemente sobre la relación entre el misterioso universo y nosotros, sus actores.
¿De dónde viene la vida? ¿Para qué estamos acá? Son preguntas existenciales que casi todos nos hemos planteado.
El agua, fuente de toda vida, lo sabe.
Los sabios antiguos decían que habían encontrado la ley de la vida gracias a la bondad del agua. “El agua es la fuente de todas las cosas, cosas traídas al mundo por seres divinos, y en el agua se encuentra la explicación de las cosas”.
Los cristales de agua y el poder de los pensamientos benevolentes
¿Crees que los pensamientos compasivos o benevolentes pueden condicionar un resultado?
Parece algo muy abstracto y difícil de probar ¿verdad? Sin embargo si te contamos que esta hipótesis tiene su base científica y resultados muy tangibles ¿lo creerías?
Hace unas décadas un grandioso experimento reveló la relación profunda e indisoluble entre la materia y el espíritu.
En 1994 el científico japonés Masaru Emoto realizó un experimento que consistía en observar la cristalización del agua congelada a una temperatura de hasta -25 grados centígrados, exponiéndola a diferentes tipos de entornos y emociones. Luego ampliaban los cristales de 200 a 500 veces a partir de su tamaño normal con una cámara de alta velocidad.
Para el experimento primero utilizaron agua destilada, luego agua pura y también contaminada.
El equipo recolectó una muestra de agua tres días después del terremoto de Kobe en Japón en el año 1995. Los cristales analizados no mostraron formas simétricas, sino que por el contrario la imagen era muy similar a la que se proyectaba con la palabra ira.
Esto nos plantea la inquietante pregunta: ¿Es el terremoto un desastre natural o es una consecuencia de la ira de la naturaleza o de los seres divinos?
Luego el equipo del Dr Emoto invitó a un grupo de monjes a recitar las escrituras budistas sobre el agua y obtuvieron resultados sorprendentes.
¿No demuestra esto que las personas con pensamientos puros podrían producir buenos resultados?
Si el agua entendiera la palabra “sabiduría”, ¿podría también entender el lenguaje humano, la información universal o la ley del universo?
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