Uniforme A y B: escuelas británicas consolidan políticas de género neutro en la vestimenta

Por RT

Algunos centros educativos consideran que los uniformes con pantalones o falda no deben ser exclusivos para niños y niñas respectivamente. Pero desde algunos sectores critican que “muchas escuelas enseñan creencias sobre la identidad de género como si fueran hechos”.

Una investigación llevada a cabo en 550 escuelas del Reino Unido concluyó que la mayoría de ellas tiene una política de género neutro en su clasificación de uniformes, lo que reafirma el avance de las políticas de género en el país. Las instituciones educativas están adoptando los términos Uniforme A y Uniforme B, una decisión que tiene como objetivo permitir que los menores reflejen con mayor precisión su autodefinición de género, informa el diario británico Daily Mail.

En la mayoría de los casos, se han eliminado las referencias específicas a niños y niñas en las normas sobre uniformes, reemplazándolas por las denominaciones A y B.

En Reino Unido, de acuerdo a la Ley de Igualdad y Escuelas de 2010, cualquier niño puede sentirse de otro género y se considerará que legalmente está protegido para hacerlo, incluso si no se ha sometido a ninguna modificación fisiológica y solo ha manifestado el deseo.

Abolir la noción de escuelas para niños y niñas

Brighton College, la escuela privada más cara del Reino Unido, fue la primera en permitir que sus estudiantes decidieran libremente si querían llevar pantalones o falda, y actualmente es una de las que utiliza la denominación Uniforme A y Uniforme B en lugar de uniforme masculino y femenino.

Su director, Richard Cairns, ha estado implementando esta política desde 2016. En aquel momento afirmó: “Si algunos niños y niñas son más felices identificándose con un género diferente al de aquel en el que nacieron, mi trabajo es garantizar que lo tenemos en cuenta”, y añadió: “Brighton College ha decidido abolir por completo la noción de escuelas para niños y niñas”.  

En algunas escuelas primarias, como la Blofield en Norwich, se introdujo una tercera clasificación, denominada ‘Uniforme C’, y los niños de entre 4 y 11 años pueden elegir su indumentaria de acuerdo con el género con el que se identifiquen.

En 2021, el Sindicato Nacional de Educación publicó una serie de directrices sobre la vestimenta escolar, entre las que se recomienda específicamente que una política “no debe basarse, ni aumentar, los estereotipos sobre niñas/niños, sobre religión/creencia o expresión de género.”

Esta visión no es del agrado de todo el mundo. En 2023, un informe del grupo conservador británico Policy Exchange criticó seriamente la visón de género en las escuelas británicas y concluyó que: “Como parte del plan de estudios, está claro que muchas escuelas enseñan creencias sobre la identidad de género como si fueran hechos”.

El informe también denuncia que: “Al menos el 19% de las escuelas secundarias no mantienen vestuarios diferenciados por sexo, lo que obliga a las adolescentes vulnerables a compartir sus espacios con hombres”. También apunta que “muchas escuelas no informan automáticamente a los padres cuando surge este problema [malestar de género]”. 

Por su parte, el presidente de la Campaña por una Educación Real, Chris McGovern, alertó: “Las escuelas están agravando los problemas de salud mental de los niños que, después de ir a la escuela, ya no saben a qué género pertenecen”.

En Reino Unido ha habido un aumento significativo en las remisiones a consultas sobre identidad de género en los últimos años. Según el informe del Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género del Servicio Nacional de Salud, en el período 2009-2010 hubo 77 remisiones. Sin embargo, en el período 2018-2019, ese número aumentó a 2.590. Esto representa un incremento del 3.364% en una década

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