Por RT
La investigación sugiere que el aprendizaje vocal, las facultades cognitivas y el tamaño del cerebro evolucionan conjuntamente.
Investigadores de la Universidad Rockefeller en Nueva York (EE.UU.) han podido establecer que el aprendizaje vocal de las aves está vinculado con sus habilidades cognitivas y el tamaño del cerebro.
Solo unos pocos grupos de animales son capaces de realizar un aprendizaje vocal complejo, es decir, recordar y reproducir una gran cantidad de sonidos. Los mamíferos con habilidades para ello son los humanos, los elefantes, las ballenas, las focas y los murciélagos, mientras que entre las aves, los pájaros cantores, los loros y los colibríes.
El estudio partió de la hipótesis de que solo los animales más inteligentes son capaces de realizar un aprendizaje vocal complejo. «Si eso es cierto, los aprendices vocales complejos también deberían ser mejores en tareas cognitivas, pero nadie lo había demostrado antes», sostuvo Jean-Nicolas Audet, investigador asociado en la mencionada casa de estudios.
Para establecer si el aprendizaje vocal está relacionado con las diferentes capacidades cognitivas en los pájaros cantores, los investigadores analizaron a más de 100 individuos de 21 especies de aves silvestres del valle del Hudson (Nueva York) en el Centro de Investigación de Campo de la Universidad Rockefeller, según un comunicado de la institución educativa.
La investigación reveló tres líderes: los estorninos, los arrendajos azules y los gavilanes grises (parientes de los sinsontes). Únicamente estas especies resultaron capaces de imitar los gritos y cantos de otros animales.
Luego, los investigadores llevaron a cabo pruebas cognitivas con 214 aves de 23 especies, incluidas dos criadas en laboratorio. Así, los científicos evaluaron su capacidad para realizar ciertas tareas, como quitar una tapa, perforar papel de aluminio o tirar de un palo para recuperar una golosina.
Además, colocaron una barrera transparente entre el ave y la comida, para registrar cuánto tiempo tardaba en dejar de chocarse contra el obstáculo y pasaba por el costado. Finalmente, analizaron si los individuos estudiados podían asociar un color específico con una recompensa alimentaria y qué tan rápido se adaptaban al cambio de color.
Los estorninos y los arrendajos azules no solo resultaron ser los aprendices vocales más avanzados, sino también los más hábiles en la realización de ciertas tareas.
Los resultados de la investigación sugieren que el aprendizaje vocal, la capacidad de resolver problemas y el tamaño del cerebro pueden haber evolucionado en conjunto, tal vez como una forma de aumentar la aptitud biológica.
«Nuestros hallazgos ayudan a respaldar una noción hasta ahora no demostrada: que la evolución de un comportamiento complejo como el lenguaje hablado, que depende del aprendizaje vocal, está asociada a la coevolución de otros comportamientos complejos», afirma Erich Jarvis, uno de los investigadores que participó en estudio publicado en la revista Science.
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