El limón, con su aporte de vitamina C y otras sustancias antioxidantes, constituye un tesoro para la salud. En su aroma, tan intenso como su bonito amarillo, reside el secreto de infinidad de recetas.

Como la mayoría de frutas, es muy rico en agua, tiene muy pocas calorías, está exento de colesterol y su contenido en grasas totales y saturadas es insignificante. Además, tiene una tercera parte menos de azúcares que el resto de frutas. Todo esto lo hace muy ligero (solo 28,5 cal/100 g).

Según la legislación actual, se puede afirmar que un alimento es «fuente» de cierta vitamina o mineral únicamente cuando 100 gramos del alimento aportan un 15% de las recomendaciones diarias de esa vitamina o mineral. Si proporcionan el 30%, entonces se puede decir que es «rico» en ese nutriente. Ciñéndonos a la legislación, solo podemos proclamar que el zumo de limón (raramente se come el limón sin exprimir) es rico en vitamina C: 100 gramos aportan el 62% de la cantidad recomendada al día.

Llegados a este punto, conviene mencionar una interesante investigación coordinada por el doctor Boyer y publicada en mayo del 2004 en Nutrition Journal. Al Dr. Boyer no le cuadraban los números: ¿cómo puede ser que sea tan sano consumir manzanas (en las que, como en el limón, solo destaca como micronutriente la vitamina C) pero que tomar vitamina C en pastillas no aporte los mismos beneficios para la salud? La explicación está en sus fitoquímicos y sus numerosos beneficios para la salud.

El poder del limoneno

Uno de los fitoquímicos del limón más estudiados, por su potencial para promover la salud y por su seguridad, es un terpeno denominado limoneno. Tanto es así que los científicos intentan hoy diseñar alimentos enriquecidos con limonoides para prevenir el cáncer y muchas otras enfermedades. En concreto, se ha sugerido que los limonoides podrían reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, hipertensión, cataratas, infarto y algunos cánceres, aunque faltan estudios en humanos para extraer conclusiones definitivas.

En la cocina

Antes de emplear un limón lo primero que se debería hacer, aunque sea biológico, es lavarlo para evitar que la suciedad y las bacterias que pudiesen residir en su superficie entren en contacto con la pulpa. Si se va a utilizar solo el jugo, conviene dejarlo unas horas fuera de la nevera, en un lugar cálido, ya que así produce más zumo, y todavía más si se amasa ligeramente antes de exprimirlo.

Con el zumo, además de dar un contrapunto ácido a los platos, se evita que se oxiden muchas verduras y frutas, lo que opacaría su presentación. Ese es uno de los motivos por los que resulta ideal para condimentar coles, otras verduras de hoja verde, aguacates, alcachofas o champiñones.

En cuanto a los marinados, pocas especias y hierbas aromáticas combinan tan bien con el zumo como el comino o el cilantro, sobre todo si se va a emplear en platos de mar. Un marinado que transforma espectacularmente cualquier plato de pescado o tofu es uno elaborado con un vaso de zumo, 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, 2 ajos prensados, 2 hojitas de laurel y media cucharadita de comino, pimentón dulce, orégano y sal. Cualquier ingrediente que dejemos en esa mezcla un mínimo de seis horas va a hacer las delicias de muchos paladares.

La piel también es muy aromática y se emplea para perfumar muchas preparaciones.

10 beneficios de comer limón:

  • Fortalece el sistema inmunológico: La vitamina C es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células del daño. El limón es una buena fuente de vitamina C, por lo que puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir enfermedades como la gripe y los resfriados.
  • Ayuda a la digestión: Contiene fibra soluble, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento. También contiene ácido cítrico, que ayuda a digerir las proteínas.
  • Mejora la salud cardiovascular: Es rico en potasio, un mineral que ayuda a controlar la presión arterial. También contiene antioxidantes que ayudan a proteger el corazón del daño.
  • Reduce el riesgo de cálculos renales: El ácido cítrico del limón ayuda a aumentar la excreción de calcio en la orina, lo que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales.
  • Ayuda a absorber el hierro: Ayuda a que el cuerpo absorba mejor el hierro de los alimentos vegetales.
  • Mejora la salud de la piel: Contiene vitamina C, que ayuda a producir colágeno, una proteína que es esencial para una piel sana.
  • Refresca el aliento: Tiene propiedades antibacterianas que ayudan a eliminar las bacterias que causan mal aliento.
  • Ayuda a perder peso: El limón es una buena fuente de fibra, que puede ayudar a sentirse lleno y a reducir la ingesta de calorías.

Cómo incluir limón en la dieta:

El limón es un alimento muy versátil que se puede consumir de diversas maneras. Aquí hay algunas ideas:

  • Zumo de limón: Es la forma más sencilla de consumir limón. Se puede tomar solo o con agua, miel o frutas.
  • En ensaladas: El limón es un ingrediente perfecto para ensaladas. Se puede añadir al final, para que no pierda su sabor ácido.
  • En postres: El limón es un ingrediente popular en postres, como tartas, pasteles y helados.
  • En platos salados: El limón también se puede utilizar en platos salados, como pescado, marisco y pollo.

Es importante tener en cuenta que el limón puede causar ardor de estómago en algunas personas. Si tiene problemas de estómago, es mejor consumir limón en cantidades moderadas.

Ecoportal.net

Julio Basulto (salud) y Laura Kohan (cocina)

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