Por RT
Los precios globales del petróleo ya han aumentado aproximadamente un 6 % desde el inicio del conflicto en Oriente Medio.
La escalada del conflicto entre Israel y Hamás «podría empujar a los mercados mundiales de productos básicos hacia aguas inexploradas», reza un reciente informe del Banco Mundial.
La institución financiera indica que los precios globales del petróleo ya han aumentado aproximadamente un 6 % desde el inicio del conflicto en Oriente Medio y, teniendo en cuenta la experiencia histórica mundial desde la década de 1970, describe tres escenarios de riesgo que podrían suceder en el caso de que la guerra entre Israel y Hamás causara la interrupción del suministro de este hidrocarburo.
«Pequeña interrupción»
Este escenario prevé que el suministro mundial de petróleo descendería entre 500.000 y 2 millones de barriles por día, una reducción semejante a la provocada por la guerra civil libia en 2011. De acuerdo con el banco, en estas circunstancias el precio del petróleo aumentaría entre un 3 % y un 13% en relación con el promedio del trimestre actual, lo que significa un incremento de 93 a 102 dólares por barril.
«Interrupción media»
En este segunda conjetura, el suministro mundial de petróleo se reduciría entre 3 y 5 millones de barriles por día, unas cifras aproximadamente equivalentes a las vistas durante la guerra de Irak en 2003. Eso elevaría los precios del petróleo del 21 % al 35 %, es decir, de 109 a 121 dólares por barril.
«Gran interrupción»
Este escenario sería comparable al embargo petrolero árabe en 1973 y reduciría el suministro mundial de petróleo a entre 6 y 8 millones de barriles diarios. Tal situación aumentaría los precios de este hidrocarburo entre un 56 % y un 75 %, o de 140 a 157 dólares por barril.
De acuerdo con el economista jefe adjunto del Banco Mundial y director del Grupo de Perspectivas, Ayhan Kose, «unos precios más altos del petróleo, si se mantienen, significarán inevitablemente unos precios más altos de los alimentos».
El experto añade que, «a finales de 2022, más de 700 millones de personas (casi una décima parte de la población mundial) estaban desnutridas», por lo que «una escalada del último conflicto intensificaría la inseguridad alimentaria, no solo dentro de la región, sino también en todo el mundo».
Deja una respuesta