Por RT
Más de 3 millones de personas enferman cada año de infecciones resistentes a los antibióticos, de las cuales al menos 48.000 mueren, informan los CDC.
La cadena estadounidense de comida rápida Chick-fil-A anunció recientemente que volvería a utilizar pollo con antibióticos, pero no fue la única en tomar tal decisión, informa Fox Business.
Chick-fil-A comunicó que «para mantener el suministro del pollo de alta calidad» cambiará el régimen de su pollo de Siempre Sin Antibióticos (NAE, por sus siglas en inglés) a Sin Antibióticos Importantes para la Medicina Humana (NAIHM, por sus siglas en inglés) a partir de la primavera boreal del 2024.
Eso significa que los proveedores de la cadena de comida rápida podrán utilizar antibióticos animales si el ave y las que están a su alrededor enfermaran. Con su decisión, la cadena dio marcha atrás en su política de prohibición del pollo con antibióticos, introducida hace 10 años.
Muchos otros restaurantes de comida rápida de Estados Unidos también utilizan antibióticos en sus alimentos. Así, las cadenas de restaurantes populares como Burger King, Starbucks, Olive Garden, Panda Express, Little Caesars, Domino’s, Sonic, Arby’s, Jack in the Box, Dairy Queen, Buffalo Wild Wings y Pizza Hut recibieron la peor calificación, ‘F’, por el uso de antibióticos en su carne, según un informe de la organización sin ánimo de lucro U.S. Public Interest Research Group. Mientras tanto, otras cadenas como McDonald’s, Wendy’s y Subway fueron calificadas con una ‘C’, lo que significa que se esfuerzan por usar productos sin antibióticos.
En marzo, la cadena estadounidense de panadería y comida rápida Panera Bread también cambió su política, permitiendo el uso de antibióticos en productos de cerdo y pavo. El verano pasado, Tyson Foods, uno de los principales proveedores de carne de pollo, tomó una decisión similar. Ambas empresas han mantenido una política de prohibición de antibióticos durante muchos años.
¿Cuáles son los peligros de los antibióticos en la carne?
El uso de antibióticos en la carne que consumen los seres humanos es peligroso porque bacterias, como la salmonella y el campylobacter, desarrollan resistencia con el tiempo a los antibióticos utilizados para combatirlas, lo que puede hacerlas invulnerables.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) calificaron la resistencia a los antibióticos como una «amenaza urgente para la salud pública mundial«. Según el organismo, más de 3 millones de personas enferman cada año de infecciones resistentes a los antibióticos, de las cuales, al menos, 48.000 mueren.
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