Por Miguel Jara
Los pañales en la actualidad son indispensables para muchas familias, pero por lo general no se conocen los componentes perjudiciales que tienen, no solo para el medio ambiente, sino para la salud de nuestros hijos.
¿Alguna vez os habéis preguntado de qué están hechos los pañales desechables (que también usan nuestros mayores)? ¿Conocéis los tóxicos que hay en los pañales de bebé?
Los pañales tienen en su composición muchos ingredientes, y los fabricantes de pañales desechables no suelen indicarlos. Casi todas las marcas siguen el mismo patrón. Estos productos tienen un revestimiento externo que está elaborado de una capa de polietileno, y en el forro interior, que es el que está en constante exposición con la piel, lleva polipropileno, el cual es un material muy usado en la ropa interior térmica, entre otras cosas.
Los productores indican que ambos materiales son considerados seguros para la piel del bebé, y es lo que hacen pensar con sus anuncios publicitarios.
Otros de los materiales que suele decirse que llevan son sábila (áloe) y vitamina E para fortalecer el forro interior, pero eso es falso. Sus materiales absorbentes son pulpa de madera y polímeros, así como el poliacrilato de sodio, que permite que los pañales sean más delgados y más eficaces para mantener al bebé seco.
Algunos pañales tienen en el exterior dibujos animados y otras imágenes. Estas ilustraciones son elaboradas con colorantes, como Azul Disperso 124, Amarillo Disperso 3, Azul Disperso 106 y Naranja Disperso 3.
Y la fragancia de estos pañales está compuesta por una pequeña cantidad de perfumes sintéticos con olor a cítricos, ya sea aceites de limón o naranja, que se adosa al centro absorbente y a las capas exteriores.
Pesticidas en los pañales
El Instituto Nacional de Consumo de Francia dio a conocer que la mayoría de las marcas de pañales tienen entre su composición tóxicos que pueden ser perjudiciales para la salud del bebé, como dioxinas, glifosato y otros compuestos pertenecientes a la familia de los hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Se analizaron 12 marcas de pañales y se hallaron sustancias tóxicas, volátiles e irritantes, como el tolueno o el estireno, y el glifosato. Este último componente es el principio activo de un conocido pesticida, el Roundup.
Y es que los pañales no están elaborados de algodón como nos hace creer el marketing de las marcas convencionales. Están fabricados de celulosa, fibras de madera y otros plásticos como el polipropileno, el poliacrilato y el poliéster, como hemos citado.
Con esto podéis imaginar que realmente lo que ponemos en contacto con la piel del bebé no es más que simple y puro plástico que durante su proceso de fabricación puede retener trazas de disolventes y blanqueadores, los cuales pueden ser perjudiciales para la salud de los pequeños, más allá de las posibles irritaciones y rojeces que pudiesen presentar.
Los resultados de dicho análisis no son nada tranquilizadores para los padres y para los investigadores, dado que revelaron la presencia de: hexaclorobenceno o HCB, dioxinas, pesticidas, hidrocarburos aromáticos policíclicos y compuestos orgánicos volátiles (COVs).
El peor material para los pañales
Hablemos del glifosato que está entre sus componentes. ¿Cómo es posible que entre sus hallazgos encontraran sustancias procedentes de pesticidas como este?
El glifosato es una sustancia que se puede encontrar en diferentes cantidades en muchos productos; se trata de un herbicida que puede llegar a nuestro organismo a través del agua que consumimos o los alimentos. Y es considerado como un probable agente carcinógeno.
Está demostrado es que esta sustancia provoca alergias, infertilidad y otros problemas de salud y pese a esto, no está prohibida, por lo que las marcas de pañales se agarran de eso y siguen comercializando sus productos con esta clase de tóxicos.
Además de que puede producirle una dermatitis al bebé este componente puede alterar el sistema hormonal del recién nacido, afectando a su crecimiento, dado que es un disruptor endocrino, una sustancia que imita la actividad de las hormonas dentro de nuestro cuerpo.
Pañales sin tóxicos
Sin lugar a duda, una buena alternativa a los pañales desechables son los de tela, por el simple hecho de ser más ecológicos, no tener ningún tipo de químicos tóxicos, ser muy fáciles de usar y de lavar y tener una gran variedades de tipos para elegir.
Además, estos pañales suponen un gran ahorro porque no tienes que estar gastando grandes sumas de dinero en pañales desechables que a la larga son muy perjudiciales para el bebé.
La mayoría de los pañales desechables analizados en los estudios citados llevaban tóxicos, como decimos, pero hubo dos marcas ecológicas que sí pasaron el test: Pingo y Love & Green. Al ser estudiadas no se detectaron trazas de sustancias tóxicas. Y si es posible sacar al mercado productos sin tóxicos no hay excusa para enmascarar el uso de estos residuos químicos.
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