Por Ufo Spain
En los confines del sistema solar se abre un capítulo extraordinario que mezcla ciencia, misterio y debate abierto. El protagonista: el objeto interestelar 3I/ATLAS —etiquetado como “3I” (“tercero interestelar”) por NASA y su sistema de rastreo ATLAS—.

Dos recientes piezas periodísticas han puesto en evidencia la tensión entre la comunidad científica, la divulgación popular y la agencia espacial.
A continuación, los hechos, las voces enfrentadas y las preguntas que aún penden en el aire.
Una confrontación pública
El astrofísico Avi Loeb —conocido por sus hipótesis relativamente heterodoxas sobre objetos interestelares— ha lanzado una crítica directa contra el físico divulgador Brian Cox.
Según Loeb, Cox ha sido demasiado contundente al declarar que 3I/ATLAS “definitivamente es un cometa natural”, sin aportar un artículo de investigación propio.
Loeb alega que él ha contribuido con “11 artículos científicos sobre 3I/ATLAS en los últimos meses”.
En contraste, señala que Cox —pese a su enorme presencia mediática— no forma parte activa del grupo de análisis que están examinando las anomalías del objeto.
El punto central de esta disputa son las anomalías del objeto:
- Una aceleración no gravitacional registrada tras el perihelio que no se explicaría únicamente por la expulsión de gases de un cometa convencional.
- Un aumento anómalo de brillo, y un cambio de color “más azul que el Sol” para un objeto de este tipo.
- La ausencia aún detectable de una gran nube de gas que debería acompañar esa aceleración si fuese un cometa convencional.
Loeb llega a plantear que si no se observa esa nube, la explicación de “cometa oscuro” queda en entredicho, y abre la puerta a consideraciones más radicales: que la aceleración pudiera ser “una firma tecnológica de un sistema de propulsión”.
En su opinión: “La ciencia no es un concurso de popularidad, sino atención a los datos, sobre todo cuando son anómalos”.

La versión oficial de la NASA
En paralelo, la NASA ha actuado rápidamente desde el plano mediático.
En respuesta a una pregunta pública, el administrador interino Sean Duffy ofreció una declaración rotunda: no hay amenaza para la Tierra, y el objeto es “el tercer cometa interestelar que atraviesa nuestro sistema solar”.
Puntos clave de su intervención:
- Define 3I/ATLAS claramente como un cometa natural “interestelar” y promete que seguirá su trayectoria sin riesgo para la vida en la Tierra.
- La respuesta apareció en redes sociales tras una consulta de la celebridad Kim Kardashian, lo que revela un efecto mediático inmediato.
- Mientras tanto, la NASA no ha liberado públicamente ciertas imágenes que afirmaba haber capturado con la cámara HiRISE del orbitador Mars Reconnaissance Orbiter: Debieron haberse tomado los días 2 y 3 de octubre de 2025 cuando el objeto se acercó a ~30 millones de km de Marte.
- Loeb, por su parte, exprime este silencio y denuncia una “retención de datos científicos cruciales” por parte de la NASA.
La combinación resulta inquietante: por un lado, una agencia que asegura calma y certeza; por otro, una comunidad científica que pide acceso y transparencia.

¿Qué está en juego?
- Si 3I/ATLAS se comporta como un cometa convencional, la explicación cabe en los modelos actuales: trayectoria interestelar, núcleo que libera gases en el perihelio, aceleración explicable. Pero los datos recabados hasta ahora no encajan del todo.
- Si no es un cometa convencional, o sus anomalías no admiten explicación estándar, el riesgo es que nos enfrentemos a algo nuevo: un objeto interestelar con comportamiento inexplorado, quizá artificial o tecnológico.
- La presentación pública del asunto (máxima seguridad, cero amenaza) choca con la petición de la comunidad científica de “abrir los datos ya”. ¿Por qué el silencio? ¿Qué potencial información albergan esas imágenes de HiRISE?
Las incógnitas que persisten
- ¿Dónde está la nube de gas que se generaría si la aceleración proviene de desgasificación?
- ¿Por qué no se ha compartido aún la imagen de alta resolución que Loeb dice haber sido captada por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter?
- ¿La declaración de la NASA (sin amenaza para la Tierra) descarta la posibilidad de tecnología alienígena, o simplemente no trata ese escenario?
- ¿Estamos ante un debate sobre quién controla el relato científico —divulgador vs. investigador— más que sobre qué es realmente el objeto?
Conclusión: Vigilantes de lo desconocido
El objeto interestelar 3I/ATLAS se ha convertido en un foco de tensión entre la ciencia académica, la comunicación popular y el aparato institucional.
Mientras la NASA busca tranquilizar a la opinión pública, Avi Loeb exige que se levanten mallas y se miren los datos sin filtros.
Es un caso que se desliza entre la rutina científica y lo extraordinario, invitándonos a mantener los ojos en el cielo y la mente abierta a lo que no comprendemos.
Seguiremos este caso con lupa: cuando los detalles difícilmente se explican, la ciencia ya deja al menos dos certezas: que lo desconocido existe, y que quien controle la narrativa define el misterio.

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2. Timeless Style Meets Modern Comfort