Por RT
La crisis energética ha empeorado considerablemente la situación económica en el Viejo Continente.
Los economistas del Deutsche Bank ‘han enterrado’ su anterior predicción de «recesión leve» en Europa, reporta Fortune. Desde entonces, la crisis energética se ha agravado y en muchos lugares del Viejo Continente el coste de la electricidad ha subido tanto que numerosas fábricas han tenido que cerrar.
«La previsión que hicimos en julio de una recesión leve para este invierno es ahora demasiado benigna», afirmaron este miércoles los expertos del banco, agregando que «ahora prevemos una recesión más larga y profunda«.
El Deutsche Bank espera ahora que el producto interior bruto de la UE disminuya un 2,2% en el 2023, frente a la previsión anterior de un descenso del 0,3%. Sin embargo, el aumento de la escasez en la cadena de suministros por el cierre de fábricas en Europa o un «clima más frío de lo habitual» podrían provocar una recesión aún peor.
Según los economistas, los países más vulnerables son Alemania e Italia, que dependen del gas procedente de Rusia. Sin embargo, naciones como Francia y España también se verán afectadas, por el aumento de los precios de la energía.
S&P Global también advirtió el miércoles del empeoramiento de la situación económica en Europa. Según el informe, la actividad empresarial se contrae por tercer mes consecutivo y la producción de las fábricas cae por cuarto mes. El sector de los servicios también registra caídas, pero solo en los 2 últimos meses.
Según S&P, las expectativas empresariales para el próximo año también disminuyeron, especialmente en Alemania. El pesimismo «reflejó principalmente la preocupación por el aumento de los precios de la energía y el impacto perjudicial del aumento de la inflación».
«El desafío al que se enfrentan los responsables políticos de controlar la inflación y evitar al mismo tiempo un aterrizaje brusco de la economía es, por tanto, cada vez más difícil», concluyó Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence.
El mayor fabricante de coches de Europa, Volkswagen, ya considera trasladar su producción y anunció su expansión en EE.UU. Mientras, algunas empresas europeas que producen fertilizantes, acero y otras materias de base industrial se están trasladando a territorio estadounidense.
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