Por Pijamasurf
Un estudiante británico de 23 años asegura vivir en una reminiscencia constante y exponencial que se ha tornado una pesadilla en los últimos años. Grosso modo, el joven no es capaz de salir mentalmente de la repetición de imágenes y escenas, en algunos casos recuerdos específicos, y en otros invenciones de su memoria, los mismos siempre.
El chico, que la prensa británica dio en llamar «Joven Día de la Marmota» (en alusión a la cinta homónima de 1993, protagonizada por Bill Murray y dirigida por Harold Ramis), ha sufrido de ataques de ansiedad graves y por ello mismo puesto ha sido objeto de exámenes médicos para descartar la posibilidad de que su estado sea efecto de una alteración de la actividad eléctrica cerebral, conocida específicamente como epilepsia del lóbulo temporal, un error en la percepción sensorial cuyo efecto principal es la alucinación o espejismo de emociones y recuerdos en los que se tiene la fuerte seguridad de haberse vivido antes.
La semiótica del término francés déjà vu («ya visto») comprende una gran cantidad de hipótesis no esclarecidas en el ámbito científico, pues su origen aún se mueve entre el misticismo omnisciente de la mente. Platón, en su teoría de la anamnesis, mantiene la postura ontológica de que todo conocimiento se halla ya en la mente y sólo es recordado (la idea de que la data esencial se encuentra inmersa en nosotros y no en el exterior).
Por otro lado, diversas teorías más estrafalarias apuntan a la posibilidad de que esta anomalía de la mente se deba a ligeros pestañeos que resultan de obtener información de otras dimensiones, un umbral hacia el multiuniverso de realidades desdobladas que aún ignoramos en su totalidad.
La posición de la ciencia, contrario sensu, alberga una serie de explicaciones igualmente vagas y especulativas a las aporías de la filosofía del déjà vu, en las que interviene un posible error en la memoria a corto y largo plazo, suponiendo que se olvida la información ya vista y se recuerda en un momento fugaz.
Un cortocircuito, probablemente, en que la mente resguarda primero la información en la memoria sin llegar antes al área de análisis del cerebro, la cual nos hace conscientes de lo percibido. Con respecto a esta posibilidad, algunos críticos científicos afirman que el cerebro no sería capaz de almacenar información sin contar primeramente con una entrada sensorial que la procese.
En cualquier posición que nos encontremos, pareciera que existe algo en ese loop esporádico que debemos recordar y por el cual regresamos al mismo punto donde empieza a sonar su reverberación; pero, ¿qué es lo que hay que recordar?
Las certezas que se tienen hoy en día sobre esta alteración de la realidad son escasas, sin embargo se sabe que diversos trastornos mentales como la demencia albergan al déjà vu efímero como uno de sus síntomas primarios.
Para descartar este hecho en el joven que alegaba sentirse “atrapado en un loop de tiempo” infinito, se hicieron las pruebas de encefalograma de rutina y resonancia magnética, las cuales demostraron a los investigadores que no se trataba de ningún daño cerebral.
Tampoco se registraron otros tipos de auras (síntomas primarios de posible epilepsia del lóbulo temporal) y se descartó la expectativa de que fuese causado por alucinógenos. También se le dio un diagnóstico psiquiátrico de despersonalización y se le trató con una serie de medicamentos. Sin embargo, el «Joven Día de la Marmota» no mejoró y, por el contrario, comenzó a desarrollar fobia al escuchar la radio o ver televisión porque afirmaba sentir que “lo había vivido todo”.
Un paramnesia de esta magnitud es prácticamente nula en la literatura científica, por lo que el joven, que también dejó la universidad por el mismo síntoma, es una de las primeras evidencias que se tienen en el campo tanto de la psiquiatría como de la psicología para estudiar el misterio de las reminiscencias provocadas por la ansiedad, el único supuesto que hasta ahora se presume es el culpable de su eterno déjà vu).
En efecto: de acuerdo con el estudio sobre el caso, publicado en el Journal of Medical Case Reports, el «Joven Día de la Marmota» podría ser el primer caso de una persona que experimenta déjà vu persistente como un efecto de un cuadro de ansiedad.
Aunque la mayoría de las personas experimentan esta breve alteración en la percepción de la realidad en muchas ocasiones de su vida, el caso de este sujeto es probablemente único en el mundo, según dice la doctora en psicología Christine Wells, al mando de la investigación.
La angustia causada por la experiencia de déjà vu en sí misma puede dar lugar a mayores niveles de intensidad en el fenómeno, similares a bucles de retroalimentación manifestados en otros estados de ansiedad, como por ejemplo, ataques de pánico. Es plausible, por razones neurobiológicas, que la ansiedad pueda conducir a la generación del fenómeno déjà vu.
Mientras esta anomalía de la mente permanezca abstraída del entendimiento humano, podemos creer en cualquier teoría que asemeje nuestra percepción de la realidad a una experiencia en la que no se tiene la certeza de estar viviendo o soñando.
Visto en: Maestroviejo
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