Por Mundo Esotérico y Paranormal

Informe clasificado

Según la agencia de noticias Reuters, el informe, presentado a principios del mes pasado por el Ministerio de Seguridad del Estado a los principales líderes chinos, incluido el presidente Xi Jinping, concluye que el sentimiento global contra China está en su punto más alto desde la represión de la Plaza de Tiananmén de 1989.

Como resultado, Pekín se enfrenta una ola de sentimientos contra China liderados por Estados Unidos después de la pandemia y necesitará estar preparado para la confrontación armada entre las dos potencias globales.

El informe fue elaborado por los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR), un grupo de expertos afiliado al Ministerio de Seguridad del Estado, el principal órgano de inteligencia de China. El documento muestra cuán en serio se toma Pekín la amenaza de una reacción violenta.

En estos momentos las relaciones entre China y los Estados Unidos están en su peor momento en décadas, con la profundización de la desconfianza y los puntos de fricción de las acusaciones estadounidenses sobre la pandemia de coronavirus, sumado a las prácticas comerciales y tecnológicas injustas en disputas de Hong Kong, Taiwán y territorios disputados en el Mar Meridional de China.

En los últimos días, Trump ha estado aumentando sus críticas contra el gobierno chino y amenazando con nuevos aranceles debido a que el coronavirus se ha cobrado la vida de decenas de miles de estadounidenses y ha devastado la economía de los Estados Unidos.

El informe concluye que Washington ve el ascenso de China como una amenaza de seguridad económica y nacional y un desafío para las democracias occidentales, además de que advierte que Estados Unidos pretende debilitar al Partido Comunista destruyendo la confianza de su población.

Repercusión a nivel mundial

El informe descrito a Reuters advirtió que el sentimiento anti-China provocado por el coronavirus pondrá en peligro la inversión en infraestructura china, y que Washington podría aumentar el apoyo financiero y militar para los aliados regionales, haciendo que la situación de seguridad en Asia sea más volátil.

Hay que recordar que hace tres décadas, después de Tiananmén, los Estados Unidos y muchos gobiernos occidentales impusieron sanciones contra China, incluida la prohibición o restricción de la venta de armas y las transferencias de tecnología.

Sin embargo, china es mucho más poderosa hoy en día. Xi ha renovado la estrategia militar de China para crear una fuerza de combate equipada para ganar guerras modernas. 

Está expandiendo el alcance aéreo y naval de China en un desafío a más de 70 años de dominio militar estadounidense en Asia.

Tambores de guerra

Estados Unido ha acusado a China de ocultar información sobre el virus, que se detectó por primera vez en la ciudad de Wuhan, y minimizar sus riesgos. Pekín ha negado repetidamente que haya encubierto el alcance o la gravedad del brote del virus.

Supuestamente, China ha logrado contener la propagación interna del virus y ha se ha coronado como líder en la batalla global contra COVID-19. Eso ha incluido un impulso de propaganda en torno a sus donaciones y la venta de suministros médicos a los Estados Unidos y otros países y el intercambio de experiencia.

Pero incluso así, China se enfrenta una reacción cada vez mayor por parte de los críticos que han llamado a responsabilizar a Pekín por su papel en la pandemia. Trump ha congelado los fondos para la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que llamó “muy centrada en China”.

Por su parte el gobierno de Australia ha pedido una investigación internacional sobre los orígenes y la propagación del virus. El mes pasado, Francia convocó al embajador de China para protestar por una publicación en el sitio web de la embajada de China que criticaba el manejo occidental del coronavirus.

Dado que el informe fue presentado el mes pasado, muchos analistas y expertos coinciden en que el régimen chino no permitirá un cambio de escenario político, por lo que ahora se estaría preparando militarmente para la inminente guerra contra Estados Unidos y sus aliados. La secuencia de eventos será la siguiente:

1. Estamos ante una crisis económica mundial que conduce al estancamiento de la economía.

2. La evolución de los conflictos bilaterales tecnológicos, comerciales, económicos, de derechos de propiedad intelectual, políticos y militares culminará en una confrontación real a nivel mundial; La crisis y los conflictos emergentes conducirán a la Tercera Guerra Mundial entre Estados Unidos y China, participando otros países.

3. Estados Unidos y China se reunirán para terminar la guerra.

4. Surgirá un Nuevo Orden Mundial gobernado por el G2 (EE.UU. y China).

5. Asisitiremos al control de publicación y la perdida de los derechos fundamentales.

Como podemos comprobar, hasta ahora el coronavirus ha infectado a más de 3 millones de personas en todo el mundo y ha causado más de 250.000 muertes. Pero las verdaderas consecuencias no serán un crisis financiera global, más bien el inicio de la esperadísima Tercera Guerra Mundial.

¿La pandemia de coronavirus nos conducirá a la Tercer Guerra Mundial?

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