Por RT
Los científicos explican que se está creando una especie de círculo vicioso de fricción y calor que eventualmente provoca grandes inestabilidades sísmicas.
Un conjunto de fuerzas inexplicables que derriten las rocas bajo la corteza terrestre y mucho más profundamente de lo que se creía parecen ser las responsables de generar potentes terremotos a lo largo de un segmento de la falla de San Andrés en California (EE.UU.).
Así lo sostiene una investigación publicada esta semana en la revista Science Advances, que busca explicar la causa de los movimientos telúricos.
El trabajo realizado por especialistas de la Universidad del Sur de California y de la Administración de Terremotos de China encontró que, a lo largo de una sección particularmente problemática de la falla continental, las excitaciones subterráneas que se producen mucho más profundamente de donde se origina la mayoría de los temblores monitoreados, eran la causa de grandes inestabilidades sísmicas.
Los científicos precisan que la mayor parte de la sismicidad de California se origina en las primeras 10 millas (unos 16 kilómetros) de la corteza, pero algunos temblores en la falla de San Andrés tienen lugar a mucha mayor profundidad.
«Por qué y cómo sucede esto es en gran parte desconocido. Demostramos que una sección profunda de la falla de San Andrés se rompe con frecuencia y derrite las rocas anfitrionas, generando estas ondas sísmicas anómalas», señaló el investigador Sylvain Barbot.
Un círculo vicioso
Mediante modelos matemáticos y experimentos de laboratorio, los científicos simularon la dinámica de la actividad en las profundidades de la Tierra durante 300 años. Observaron que después de un gran terremoto, las placas tectónicas que chocan a lo largo de la falla entran en un período de relativa calma, sin embargo, gradualmente esta interacción empieza a generar calor debido a la fricción.
Esta fricción hace que la temperatura se eleve y los enormes bloques de roca se vuelvan más fluidos. Al mismo tiempo se crea un círculo vicioso, ya que el aumento de la fluidez conduce a más deslizamientos y más fricción. En poco tiempo, los bloques se deslizan rápidamente unos sobre otros y se desencadena un terremoto, explican los autores.
Los investigadores sostienen que esta es una forma diferente de estudiar la falla de San Andrés. «Es difícil hacer predicciones, así que en lugar de solo predecirlos, estamos tratando de explicar todos los diferentes tipos de movimiento que se ven en el suelo», concluyó Barbot.
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