Captura de pantalla University of Warwick / Ricardo Ramirez

Por RT

El extraño exoplaneta tarda solo 19 horas en completar su órbita y alcanza los 1.700 ºC. Y sin embargo, a pesar de esta alta temperatura, conserva su atmósfera.

Un equipo de astrofísicos liderado por científicos de la Universidad de Chile ha anunciado el descubrimiento de un exoplaneta al que han descrito como un «Neptuno ultracaliente», situado a 260 años luz de la Tierra y que alcanza temperaturas de 1.700 ºC, según el comunicado emitido por la universidad.

A estas temperaturas, los elementos pesados como el hierro se ionizan en la atmósfera y sus moléculas pueden desintegrarse, proporcionando un laboratorio único para estudiar la química de los planetas fuera del sistema solar, señala la británica Universidad de Warwick, cuyos investigadores también participaron en el estudio, publicado en Nature Astronomy.

El exoplaneta, del tamaño de Neptuno, ha sido llamado oficialmente LTT 9779 b y tarda 19 horas en completar la órbita alrededor de su estrella. Es decir, su año dura menos que un día en términos de nuestra Tierra.

Además, a pesar de las altas temperaturas que alcanza al estar situado muy cerca de su estrella, el LTT 9779 b mantiene su atmósfera.

Se trata del primer planeta de este tipo descubierto, ya que nunca antes se había encontrado un exoplaneta del tamaño de Neptuno con un período orbital de menos de un día.

«Se habla de un descubrimiento poco probable porque se encuentra en una región llamada ‘el Desierto Neptuno’, donde casi no hay planetas. Esta región es característica porque sus planetas tienen períodos de órbitas de menos de cuatro días, y con masas y tamaños similares Neptuno», sostuvo James Jenkins, académico de la Universidad de Chile.

Curiosamente, las características del LTT 9779 b sugieren que el exoplaneta tiene una densidad similar a la de Neptuno, con una atmósfera que constituye al menos el 9% por ciento de la masa planetaria.

La estrella LTT 9779 es muy rica en metales y su atmósfera tiene el doble de hierro que el Sol. «Este podría ser un indicador clave de que el planeta era originalmente un gigante gaseoso mucho más grande, ya que estos cuerpos se forman preferentemente cerca de las estrellas con mayor abundancia de hierro», señala el comunicado de la Universidad de Warwick.

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