Por RT
Los astrónomos creían haber encontrado un agujero negro de tamaño intermedio en el cúmulo NGC 6397, pero en realidad lo que hallaron fueron muchos agujeros pequeños de masa estelar.
Dos astrónomos del Instituto de Astrofísica de París encontraron una concentración de pequeños agujeros negros en el corazón del cúmulo globular NGC 6397.
El hallazgo fue inesperado, puesto que creían que lo que encontrarían sería un agujero de masa intermedia, según un comunicado de la página web del telescopio espacial Hubble de la NASA.
La mayoría de los agujeros negros conocido se dividen en dos grupos de tamaño: los pequeños, con masas estelares, equivalentes a unos pocos soles, y los agujeros negros supermasivos, que tienen millones o incluso miles de millones de masas solares.
Puesto que eso deja una brecha bastante grande en el medio, la comunidad internacional de astrónomos estima que deben existir agujeros negros de masa intermedia, con masas equivalentes a entre unos pocos centenares y varios miles de soles.
1/ Don’t forget! Later today we have a Q&A about #BlackHoles with the researchers that discovered a concentration of small black holes at the heart of globular cluster NGC 6397. Send questions with #HeyHubble. https://t.co/r7NFQZsluk
— HUBBLE (@HUBBLE_space) February 12, 2021
Dada la ausencia de pruebas concluyentes de la existencia de agujeros negros de masa intermedia, los astrónomos Eduardo Vitral y Gary A. Mamon, del Instituto de Astrofísica de París, recurrieron a modelos que sugieren que ese tipo de agujeros negros podría encontrarse dentro de cúmulos de estrellas globulares, unos sistemas estelares extremadamente densos que albergan hasta un millón de estrellas situadas muy cerca las unas de las otras.
Partiendo de las propiedades del cúmulo NGC 6397, los científicos sugirieron, basándose en años de datos del Hubble, que el cúmulo podría albergar en su centro uno de esos agujeros intermedios.
El NGC 6397 se encuentra a 7.800 años luz de distancia, lo que lo convierte en uno de los cúmulos globulares más cercanos a la Tierra.
Los investigadores concluyeron que allí está ubicada una masa invisible de alrededor de 1.000 a 2.000 masas solares, pero las observaciones posteriores sorprendieron a los astrónomos.
La ‘masa invisible’ detectada resultó ser no un solo agujero, sino que los movimientos de estrellas indicaban la presencia de un grupo de agujeros negros estelares más pequeños, de masa estelar.
Los astrónomos señalan que el descubrimiento sugiere que las fusiones de los agujeros negros apretados en cúmulos globulares puedan ser una fuente importante de ondas gravitatorias, unas perturbaciones del espacio-tiempo que se transmiten a la velocidad de la luz, y que ya predijo Einstein.
Tales fenómenos podrían ser detectados por el experimento LIGO (Observatorio de ondas gravitacionales con interferómetro láser), financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, indica el comunicado.
La investigación está publicada en la revista Astronomy & Astrophysics.
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