Aldeanos de la India fueron obligados por la policía local a colgarse carteles con calaveras, que simbolizan universalmente “Peligro”, porque no estaban vacunados contra el Virus PCCh, según reportó el jueves 10 de junio Reuters.
Los agentes de policía del distrito de Niwari del estado de Madhya Pradesh implementaron la obligatoriedad de los carteles, según expresaron, como una forma de ‘alentar’ a los aldeanos locales a recibir una vacuna contra el coronavirus chino, pero su metodología sin dudas fue autoritaria y podría decirse también, de mal gusto.
En los carteles además de la calavera con las tibias cruzadas, se podía leer también un texto que decía: “No se acerquen a mí, no estoy vacunado. Por favor, manténgase alejado de mí”, reforzando la idea de generar miedo y pánico entre los demás residentes de la aldea.
En declaraciones a India Today, Santosh Patel, un oficial de policía del distrito de Niwari explicó sobre la decisión de implementar esta controvertida metodología diciendo, “Al observar la baja tasa de vacunación en nuestro distrito, decidimos honrar a las personas que se vacunaron, pero luego también encontramos una gran cantidad de personas que no fueron vacunadas”, por lo que entonces, “para darles una lección y animarlos a vacunarse, les hicimos realizar un juramento para que se vacunen lo antes posible”.
Las imágenes del video subido a las redes, que pronto se hicieron virales, muestra a los aldeanos llevando colgados estos carteles ‘condenatorios’, usados por la policía local para aleccionar a quienes no habían cumplido las órdenes de vacunarse contra el virus chino.
Esta metodología autoritaria provocó la inmediata reacción de los usuarios de las redes sociales, quienes la calificaron de “insultante” y “estigmatizante”.
El oficial Patel también relató que a los vacunados, como una especie de premio, se les entregó un cartel con los colores de la bandera india que decía “Soy un nacionalista”.
A pesar de que India es el mayor fabricante de vacunas del mundo, solo alrededor del 14% de los residentes en Madhya Pradesh han recibido la vacuna contra el coronavirus, con tasas de vacunación en áreas rurales como Niwari entre las más bajas del país.
La vacilación de los residentes a aplicarse la vacuna del virus chino se ha convertido en un gran problema para el gobierno de este Estado indio, por lo que la policía inició una polémica campaña de advertencia para quienes no desean vacunarse o aún tienen dudas acerca de la seguridad de esta vacuna experimental.
Pero este no ha sido el único caso que llamó la atención internacional en India. Un hecho llamativo ocurrió en la aldea de Sisauda, en el distrito de Barabanki de Uttar Pradesh.
Según reportó el medio Deccan Herald el pasado domingo 23 de mayo, cuando un equipo de funcionarios sanitarios llegó a la aldea ese mismo día para vacunar a los residentes contra el Virus PCCh, se quedaron atónitos cuando los lugareños al verlos, huyeron hacia un río cercano, e incluso saltaron al agua cuando los funcionarios llegaron a la orilla.
Temiendo que muchos de los aldeanos pudieran ahogarse en el río si seguían adelante, los funcionarios les aseguraron que no serían vacunados.
Según los informes, unas 200 personas que no querían vacunarse huyeron de sus casas y solo se pudieron vacunar a 14 personas en el pueblo de 1.500 habitantes.
La baja aceptación de la vacuna entre las clases trabajadoras y otros grupos minoritarios en India seguramente se debe a la desconfianza generalizada a la vacuna y a los campos de vacunación financiados por el gobierno.
Y es que India lleva una larga data siendo conejillo de indias de los experimentos con vacunas principalmente llevados a cabo por instituciones, junto con las empresas farmacéuticas, con resultados catastróficos y que hasta ahora se mantienen sin recibir castigos legales.
En referencia a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF) y dos organizaciones financiadas por ellas, PATH (Programa para la Tecnología Apropiada en la Salud) y GAVI (Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización), fueron acusados por daños masivos causados por las vacunas a cientos de niños en la India.
Un informe reportado por el Economic Time de India, indicó que la Dra. Rukmini Rao y otros denunciantes presentaron la petición de investigación ante la Corte Suprema en 2012 en relación con los estudios de la vacuna contra el HPV.
“BMGF tiene que asumir toda la responsabilidad porque PATH está financiado por ellos. También es poco ético cuando las personas que defienden la causa de las vacunas son las mismas que también están invirtiendo en el desarrollo de vacunas”, dijo Rukmini Rao.
Y resaltó que “El BMGF, PATH y la OMS cometieron una negligencia criminal al ensayar las vacunas en una población vulnerable, sin educación y mal informada: administradores escolares, estudiantes y sus padres, a los que no se les proporcionó un consentimiento informado ni se les advirtió de los posibles efectos adversos, ni se les exigió un seguimiento posterior a la vacunación”.
Visto en: El Guardian de la salud
Deja una respuesta