Por Iván Martínez / Vm granmisterio
Una noche de verano de 1996, una enorme tormenta de arena hizo que las pocas personas que viven en el pueblo ruso de Kalinovo se encerraran en sus casas. Cuando la tormenta de arena amainó cuando salió el sol, Tamara Prosvirina de 74 años descubrió en un montón de arena algo que se movía. Tras acercarse y retirar la arena encontró un extraño ser pequeño que decidió cuidar.
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