Una vez más lo que sucede en Israel sirve de aviso a los países tentados de seguir sus absurdas medidas totalitarias, que han provocado una catástrofe sanitaria que nadie mínimamente informado puede ya atribuir al virus fantasma, sino exclusivamente a una campaña de vacunación obsesiva que tiene al país sumido en un caos sanitario, con gente antes sana sucumbiendo a reacciones adversas post-pinchazo, un confinamiento indefinido que amenaza con eternizarse y una cuarta inoculación que demuestra lo inútil de las tres previas (hasta que la quinta demuestre la inutilidad de la cuarta, y así hasta el infinito).
Se nos dice que Israel que no ha tenido ni un solo caso de gripe desde marzo de 2020, pues la élite que planeó la plandemia hace 10 años (informe escrito en 2010 por la Fundación Rockefeller) dio la orden de que todo tenía que ser Covid, para así aterrorizar a la población y que todos quisieran inyectarse la «vacuna», principal objetivo de la élite para reducir la población mundial a términos que resulten adecuados a su perpetuación en el poder.
Ahora que ya están casi todos los israelíes «vacunados» del Covid, y para dar la imagen de que la «vacuna» funciona y que ha desaparecido el coronavirus, se espera que desde noviembre la temporada de gripe azote fuertemente a Israel, para así poder decir que los cientos de miles de muertos por la «vacuna» son por la gripe.
Los criminales al mando dirán que los no vacunados mueren por Covid y los vacunados por la gripe, «misteriosamente» reaparecida.
Lo mismo ocurrirá en el resto del planeta.
Cuando suceda, recuerda que -una vez- más los «conspiranoicos» lo anticipamos.
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