La pandemia continúa complicando el desarrollo económico a pesar de la irrupción de la vacuna. El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que prosigue la recuperación aunque se ha debilitado por el impacto de la variante delta, mientras la inflación se mantiene al alza.
El informe de octubre proyecta un crecimiento de la economía global del 5,9%, una décima menos que en julio, y del 4,9% para el 2022, igual que hace tres meses.
Según esta actualización, España pierde medio punto, uno de los que más en la Unión Europea (UE) y se queda en un crecimiento del 5,7% para 2021. A pesar de la rebaja, todavía es una de las economías que más crece en su entorno, solo superada por Francia e Italia en términos positivos, aunque venía de una caída bastante superior en 2020.Además, de cara a 2022, el Fondo incrementa su pronóstico para España en un 0,6% y se coloca en el 6,4%, muy por encima de la UE, de Estados Unidos e incluso supera a China.
“El balance de riesgos se inclina a la baja”, afirma. Matiza, sin embargo, que la gran preocupación es la irrupción de otra variante más agresivas del virus antes de que se logre una vacunación generalizada. “Los esfuerzos multilaterales para acelerar el acceso global a la vacuna, proveer liquidez y alivio de la deuda para economías restringidas y mitigar y adaptarse al cambio climático continúa siendo esencial”, remarca. “Expander la vacunación es la prioridad política principal”, reitera.
La publicación de esta proyección económica marca el inicio de la reunión anual que cada octubre mantienen el FMI y el Banco Mundial (BM) en Washington, aunque todavía es casi toda en remoto. Las rampantes desigualdades sociales y en la distribución de la vacuna, que complican la remontada mundial, los problemas en la distribución de suministros y el encarecimiento de precios son cuestiones que marcan este encuentro.
Además, sobre esta cita gravitan las acusaciones vertidas contra la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, por la supuesta manipulación de un informe para beneficiar la calificación de China en 2018, cuando ella se desempeñaba entonces como directora general del BM.
Georgieva, que lo niega todo, recibió la noche del lunes el apoyo del la junta ejecutiva del FMI, compuesta por 24 miembros. Pero el aroma de corrupción no se ha disipado, sobre para Estados Unidos, el principal financiero del Fondo, y Japón, otro de los contribuidores importantes. El escándalo no ha hecho más que crear desconfianza en los servicios de investigación de ambas instituciones.
“Alimentado por la variante delta altamente transmisible, el recuento global de muertos por la covid está cerca de los cinco millones y abundan los riesgos para la salud, lo que frena un retorno total a la normalidad”, remarca este último informe del Fondo que se publica en medio de la polémica por su directora.
Hay una advertencia clara. “Si la covid tuviera un impacto prolongado en el medio plazo, podría reducir el PIB global en un acumulado de 5,3 billones de dólares durante los próximos cinco años en relación a nuestra proyección”, subraya.
Sostiene que tal situación no debería suceder. “La comunidad ha de dar un paso adelante en su esfuerzo para garantizar el acceso equitativo a las vacunas en cada país, superar la resistencia a la vacuna donde disponen de este recurso y asegurar una buena prospección económica para todos”, insiste.
Precisa que “los brotes pandémicos en los eslabones críticos de las cadenas de suministro mundiales han provocado interrupciones de reparto más prolongadas de los esperado, lo que ha alimentado aún más la inflación en muchos países”.
En esta línea, reitera que los riesgos del encarecimiento aparecen sesgados al alza y podrían materializarse si los desajustes entre la oferta y la demanda inducidos por la pandemia continúan más tiempo de lo esperado.La política monetaria necesitará transitar por la delgada línea de abordar la inflación, las contingencias financieras y el apoyo a la recuperación económica.
En general, los peligros para la perspectiva económica se han incrementado desde julio, y las compensaciones políticas se han vuelto más complejas. En medio de esta incertidumbre, el Fondo proyecta que la inflación probablemente volverá a mitad de 2022 al nivel previo a la pandemia para las economías avanzadas y emergentes.
Alega en el documento que los bancos centrales pueden analizar las presiones inflacionistas transitorias y evitar ajustes hasta que no haya claridad sobre la dinámica de los precios subyacentes. Pero advierte que “deben estar preparados para actuar rápido si los peligros de un aumento de las expectativas de inflación cobran importancia en esta recuperación inexplorada”.
Este análisis indica que la revisión a la baja del crecimiento económico, aunque sea marginal, también refleja más dificultades para los países desarrollados precisamente por las interrupciones en el suministro. Esto plantea directamente otro desafío.
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