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Por Sputnik
El Parlamento de Galicia aprobó la reforma de la Ley de Salud gallega que establece multas para quienes cometan infracciones relacionadas con la salud pública. Una de estas sería la “negativa injustificada” a la vacunación.
Con esta reforma la Xunta de Galicia tendrá facultad de ordenar confinamientos, así como aplicar multas a quienes se nieguen a ser vacunados o no lleven mascarillas.
La reforma de la Ley de Salud de 2008 establece un régimen de sanciones según tres niveles: leve, grave y muy grave. De acuerdo con esta escala, las multas podrían ir de los 1.000 a los 600.000 euros.
La negativa a vacunarse podría acarrear la sanción máxima, si dicho caso “puede suponer un riesgo o un daño grave o muy grave para la salud de la población”. Según el texto, en el mismo supuesto estaría la obligación de usar mascarilla, la “falta de cumplimiento voluntario de la medida de aislamiento” o de la “obligación de cuarentena” de forma “repetida o reiterada”.
Entre las infracciones leves que, en principio se consideran, están: hacer botellón, infringir los toques de queda, superar el número de personas permitidas en una reunión, participar en fiestas que incumplan las medidas aprobadas por las autoridades sanitarias e incumplimientos de horarios locales.
El nuevo instrumento legal también faculta a las autoridades sanitarias “adoptar medidas preventivas de obligado cumplimiento cuando exista o se sospeche razonablemente un riesgo inminente y grave para la salud de la población“.
Entre las facultades que la reforma de la Ley de Salud entrega al Gobierno regional, en caso de un riesgo inminente, está la incautación de productos, el cierre de empresas, la limitación de horarios u ordenar a los ciudadanos la prestación de servicios personales, así como medidas de control de personas enfermas y sometimiento a tratamiento o a cuarentena.
La reforma fue aprobada con la mayoría de los votos del PP. Los partidos que se le oponen, BNG y PSdeG, votaron en contra.
Alegan que la “vacunación obligatoria” solo servirá para “dar alas a los negacionistas de la pandemia“. Sin embargo, desde el PP gallego rechazan la “supuesta obligatoriedad” porque, aseguran, solo se podrá aplicar en “circunstancias muy concretas”.
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