Astrónomos descubren otro gigantesco y enigmático ‘anillo fantasma’ en el espacio intergaláctico

Fuente de ondas de radio ORC J0102-2450 descubierta con ASKAP MNRAS / Baerbel Koribalski, Ray Norris, Heinz Andernach, Lawrence Rudnick, Stanislav Shabala, Miroslav Filipovic, Emil Lenc

Por RT

El objeto astronómico, que no emite luz alguna, es similar a otros ya detectados en 2020 y podría estar relacionado con dos galaxias contiguas, conjeturan sus descubridores.

Un equipo de astrónomos de la Unidad Nacional de Telescopios de Australia ha anunciado el descubrimiento de un nuevo círculo de radio excéntrico (Odd radio circle, en inglés), un enorme objeto astronómico como otros cuatro descubiertos en 2020 que, en longitudes de onda de radio, es muy circular y más brillante a lo largo de sus bordes, y que, de momento, genera más preguntas que respuestas.

La enigmática mancha se compone de un anillo circular y de un núcleo, y ninguna de sus regiones emite “longitudes de onda que no sean de radio”, no siendo visibles en longitudes de onda infrarrojas o de rayos X, explican los investigadores australianos en un artículo aceptado este miércoles para la publicación en la sección en línea de Monthly Notices of the Royal Astronomy Society.

Además, tiene una “galaxia compañera, la DES J010226.15-245104.9, ubicada o proyectada en la parte sureste del anillo”, pudiendo estar relacionada con otra galaxia elíptica, la DES J010224.33-245039.5, que se observa en su parte céntrica.

El equipo de la astrónoma Baerbel Koribalski, autora de este descubrimiento, admite que todo el círculo podría ser un “lóbulo remanente de una galaxia de radio gigante” que se ve de frente, si bien otra hipótesis sugiere que podría ser el resultado de una explosión descomunal.

Los científicos investigan también los “posibles escenarios de interacción” de esta mancha con la mencionada galaxia compañera.

El diámetro del círculo, que ha sido denominado ORC J0102-2450, ha sido calculado en torno a los 980.000 años luz. La radiación más fuerte desde sus extremos lo asemeja a las características propias de una burbuja. 

Sin embargo, solo una combinación de ocho imágenes tomadas en el continuo de ondas de radio hizo posible distinguir este objeto, demasiado borroso como para que pueda ser identificado en una o dos capturas. 

El primer objeto espacial de esta clase de ‘anillos fantasma’ fue descrito el pasado mes de julio, también desde Australia.

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