Por Leo Hohmann  /  LeoHohmann.com

Traducido por el equipo de Sott.net

Esta ha sido una gran semana para los globalistas. Sienten que es su momento, el momento de lanzar la fase más difícil del Gran Reinicio para poder seguir adelante con lo que llaman la Cuarta Revolución Industrial.

La Cuarta Revolución Industrial, como explica el gurú del Foro Económico Mundial Klaus Schwab, conducirá a una «fusión» de las identidades física, biológica y digital de cada ser humano. Es básicamente el amanecer de una nueva era basada en el transhumanismo y la tecnocracia, algo parecido a lo que se planteaba en la novela Un mundo feliz.

Pero no pueden llegar hasta ahí hasta que no lo reinicien todo. Acabar con lo viejo. Traer lo nuevo.

Reiniciar el mundo no es algo que se pueda conseguir simplemente pulsando un botón. Requiere una serie de crisis globales bien diseñadas, como han dicho Schwab y su principal asesor, Yuval Noah Harari, en más de una ocasión.

Así que los globalistas se han reunido esta semana en Ginebra en la Asamblea Mundial de la Salud y se han reunido en Davos en la cumbre del Foro Económico Mundial. Las dos ciudades, Ginebra y Davos, están situadas en Suiza, a unas tres horas de distancia en coche. Entre estas dos reuniones, la clase depredadora globalista recibirá sus instrucciones sobre qué hacer y qué esperar en los próximos 12 meses. Estoy llamando a esta ventana de 12 meses la salva de apertura de la fase de asesinato del Gran Reinicio.

Schwab abrió la reunión en Davos diciendo «el futuro no está ocurriendo; el futuro lo construimos nosotros, una comunidad poderosa, como ustedes aquí en esta sala».

Schwab dijo que «debemos prepararnos para un mundo más enfadado», lo cual considero una mala señal donde los globalistas se están poniendo ansiosos, sintiendo que si no toman medidas drásticas pronto todos sus planes para erigir el gobierno global del fin de los tiempos podrían desperdiciarse.

Añadió que «tenemos los medios para mejorar el estado del mundo, pero son necesarias dos condiciones:

«La primera es que actuemos todos como partes interesadas de comunidades más amplias.

Y la segunda es que colaboremos».

Mi pregunta para Klaus es la siguiente: ¿Colaborar en qué?

¿Y qué quiere decir exactamente con «mejorar» el estado del mundo?

¿Mejorar para quién? Creo que se refiere a la mejora de las condiciones para el 1% que dirige los grandes bancos y corporaciones, y sus adláteres, lo que podría elevarse al 3 o 4%. Para el resto de nosotros, tienen una agenda de miseria.

Ha llegado la hora de la selección

Si nos fijamos en la agenda del FEM/ONU, que es apoyada de todo corazón por los gobiernos de EUA, GB, la UE, Canadá y Australia, todo apunta a un sacrificio masivo de la población humana. Han desencadenado la fase de asesinato.

Tal y como ellos lo ven, podemos deducir de su retórica, la eliminación selectiva es necesaria para salvar el planeta y sus recursos para ellos, las élites globalistas representadas esta semana en Davos y Ginebra.

Nos han contado sus planes con antelación. Siempre lo hacen. No seremos dueños de nada, no tendremos privacidad y aprenderemos a disfrutar siendo totalmente dependientes del gobierno y sus socios corporativos para nuestra propia supervivencia.

David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, habló en Davos y tuvo noticias alegres. Ve sus breves comentarios en el siguiente vídeo.

En su discurso formal ante el FEM, Beasley explicó que la situación alimentaria mundial ya era mala antes de la guerra de Ucrania, pero que la situación se ha agravado desde entonces hasta convertirse en lo que llamó la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.

Luego está la espeluznante portada de la revista The Economist. Esta es la publicación propiedad de Rothschild que asiste a la élite globalista. Muestra un campo de trigo, con los granos de trigo representados como calaveras, con el título «La catástrofe alimentaria que viene».

the coming catastrophe

Conservative Playlist informa que la Fundación Rockefeller, otro club globalista con vínculos con Bill Gates, Schwab y el FEM, advirtió recientemente que una crisis alimentaria mundial de proporciones bíblicas está programada que llegue a nuestras puertas dentro de cinco a seis meses.

El presidente de la Fundación Rockefeller, Rajiv Shah, describió lo que pronto se producirá como una «crisis alimentaria masiva e inmediata» que golpeará a todo el mundo, sin dejar a ningún país indemne.

Esto no es comunismo porque, si lo fuera, las grandes corporaciones no estarían todas metidas en esto. Esto es tecnocracia, utilizando el poder de la recopilación de datos y la tecnología de vigilancia avanzada, que aprovechan en todos los puntos de contacto: en el campo de la medicina, los medios de comunicación y las redes sociales, la ciencia, la educación, en el nivel de la venta al por menor, el ejército y la bioseguridad.

Pero, ¿cómo, se pregunta la gente, harán que no seamos dueños de nada y que sólo lo alquilemos todo a los multimillonarios?

Yo les digo que si estuvieran despiertos verían la respuesta a su pregunta en tiempo real.

Al crear más y más dinero y hacer bajar deliberadamente el valor del dólar, la Reserva Federal y el sistema bancario te obligan a pagar más por menos. Para sobrevivir, tanto si perteneces a la clase media baja, a la clase media o a la clase media alta, pagarás más por el mismo galón de gasolina, la misma comida y la misma ropa que tenías antes. Puedes arreglártelas durante un tiempo comprando menos y reduciendo los gastos, pero al cabo de un tiempo tendrás que reducir tus coches, casas, consumo de alimentos, todo.

Por eso Mayer Rothschild dijo «No me importa quién haga las leyes de un país mientras yo controle su dinero».

El plan es ponerle precio a todo hasta el punto de que alquiles un pequeño apartamento en la ciudad junto a una línea de ferrocarril, sustituyendo tu todoterreno por un mini coche eléctrico (si te lo puedes permitir) o incluso una bicicleta. Mira a China. Ese es el futuro que han planeado para nosotros.

Cuanto más dolor se cause, más cerca estarán las élites de poder implementar su Gran Reinicio, con códigos QR digitales adjuntos a cada ser humano que contengan todos tus registros de salud en una aplicación de teléfono móvil y que conecten esa aplicación también a tu cuenta bancaria y a tu capacidad de conectarte a Internet. Ese es el objetivo.

Ahora bien, aquí está la trampa.

Las élites globalistas multimillonarias saben que su plan es impopular.

Saben que al menos la mitad de la población de los países ricos nunca estará de acuerdo con este plan por voluntad propia. Tendrán que ser coaccionados en un momento de crisis horrible como la guerra o una ola de «emergencias de salud pública», y la privación extrema que tales crisis causan.

Debido a que la gran mayoría de los estadounidenses sufre de una tendencia extrema a la normalidad, no pueden ver lo que se avecina. Les pillará completamente desprevenidos. La escasez esporádica que ven en las tiendas de comestibles ahora, estas personas creen que es sólo un fallo temporal que pronto se resolverá. Nada de lo que preocuparse.

No ven que la guerra y el hambre están a la vuelta de la esquina. Así que cuando lleguen, serán gobernados por el miedo y la confusión. Los niveles de ansiedad estarán por las nubes.

La mayoría se someterá al sistema de la bestia que se está erigiendo a lomos de estas crisis preestablecidas.

Debido a la regla de los tercios, entre el 25 y el 30 por ciento nunca se someterá a este tipo de sistema. Lo vimos el año pasado con las vacunas, cuando aproximadamente el 70 por ciento de los estadounidenses capitularon ante la presión de «ponte el pinchazo», pero el 30 por ciento se mantuvo firme y resistió.

Ahora, Stéphane Bancel, director general de Moderna, admite que nadie quiere sus vacunas y que tiene que tirarlas, 30 millones de dosis para ser exactos.

Echa un vistazo a sus comentarios en el siguiente vídeo. Está muy triste.

La conclusión para las élites es esta: La población es demasiado grande e inmanejable para el tipo de sociedad basada en los recursos y de control total que requiere su tecnocracia distópica, y si hay algo que una tecnocracia simplemente no puede tolerar es una población considerable de personas que no conocen su lugar. Todavía creen en la libertad de expresión, en la Primera y la Segunda Enmienda, en que las personas nacen hombres o mujeres, cosas anticuadas como esas. Deben ser eliminados.

La fase de asesinato: ¿Cómo van a eliminar a la población?

Por esa razón, hemos entrado en la fase de asesinato del Gran Reinicio.

Todo lo que están llevando a cabo en este momento, estas llamadas partes interesadas, está causando que la gente muera prematuramente en ciertos países clave donde tenemos grandes poblaciones de clase media que están acostumbradas a vivir vidas relativamente libres. No encajan bien en la sociedad de la vigilancia total, en la que se controlan tus movimientos a tiempo real, se vigilan y evalúan tus hábitos de gasto, se controlan tus hábitos alimenticios (la carne será un «capricho raro», dice el FEM). Toda la actividad de tu vida será monitoreada para calcular y rastrear tu huella de carbono y evaluar tu puntuación de crédito social general.

Echemos un vistazo a los puntos de fricción en la sociedad en este momento que están siendo fomentados por las élites globalistas que lo dirigen todo, desde los sistemas monetarios y bancarios hasta las grandes corporaciones y los medios de comunicación, las grandes farmacéuticas y las grandes tecnológicas:

  • Rupturas fabricadas de la cadena de suministro junto con la escasez de alimentos, fertilizantes y combustible, que conducirán a la hambruna. Mira el siguiente video del descarrilamiento de un tren el domingo pasado en Alberta, Canadá; el tren casualmente transportaba 43 contenedores de potasa para el fertilizante de nitrógeno que se necesita desesperadamente.

  • Promover las vacunas asesinas y las inyecciones de refuerzo con el regreso de los mandatos de vacunas probablemente para este otoño.
  • Fomentar los disturbios civiles, los tiroteos masivos y la consiguiente intimidación de los propietarios de armas estadounidenses con una retórica incendiaria procedente de la Casa Blanca. Los medios de comunicación respaldarán a la administración Biden en su intento de adoptar algún tipo de medidas nacionales de control de armas. Joe Scarborough y Mika Brzezinski en MSNBC son sólo dos de los muchos papagayos de los medios que hacen propaganda en nombre de las agencias de inteligencia de EEUU. Desde los tiroteos masivos en Buffalo y Uvalde, Texas, Mika y Joe han estado machacando el mensaje de que ahora es el momento de que el gobierno declare ilegales ciertos rifles. Este tipo de retórica, amenazando con desarmar a los estadounidenses que cumplen la ley en un momento en que la delincuencia está fuera de control, sólo hará que más gente quiera comprar armas para protegerse.
  • La escalada de su guerra por delegación contra Rusia en una guerra regional y, eventualmente, mundial. China va a hacer una jugada en Taiwán, e Irán puede ir tras Israel. Rusia y China están simplemente mejor preparados para esta guerra que EEUU y Europa.
  • Avivar la obsesión globalista con la manía transgénero LGBTQ, hasta el punto de que te la encuentras en todas partes, pero sobre todo tus hijos, en la escuela, en el campamento de verano, en los Boy y Girl Scouts, incluso en muchas iglesias. Esto debilita aún más la reserva de jóvenes al confundirlos sobre su propio género y, junto con el impulso gay y lésbico, hace que nazcan menos bebés.

La previsión de la población de Deagel de 2014

Todas las políticas anteriores están conduciendo a una cosa, la despoblación masiva.

Vuelvo al análisis realizado por Deagel Corp. hace varios años.

Deagel es un contratista militar que en 2014 publicó una previsión de reducción masiva de la población hasta el año 2025, cuando Estados Unidos se reduciría a sólo 99 millones de personas desde los más de 330 millones en 2014. Las naciones de Europa Occidental, especialmente GB y Alemania, verían una reducción de población igualmente drástica.

Según los cálculos de Deagel, y suponiendo que resulten ser siquiera cercanos a la realidad, los lugares más inseguros para vivir en los próximos tres años serán Estados Unidos y Gran Bretaña, seguidos por Alemania y luego el resto de las naciones de la UE. Esta previsión demográfica fue tan controvertida, pues mostraba reducciones de población del 80% en Estados Unidos y de entre el 50% y el 80% en casi todos los países de Europa Occidental, que el estudio desapareció misteriosamente de la página web de Deagel después de la covid en marzo de 2021.

Hasta el impacto de la «pandemia» de covid y la consiguiente campaña de vacunación masiva, muchos investigadores se rascaban la cabeza al revisar las hojas de cálculo de Deagel. Pero ahora empieza a tener más sentido.

El investigador Craig Paardekooper ha publicado recientemente su informe sobre las predicciones de despoblación mundial basado en una actualización de las cifras de Deagel. Puedes ver sus predicciones actualizadas para cada país. Muestra que EEUU perderá el 70,2% de su población y GB el 78,5% para 2025.

Las predicciones de Deagel parecían tan descabelladas en 2014 que algunas personas lo acusaron de participar en una operación psicológica. Pero tal vez Deagel tenía buenas fuentes para respaldar su análisis. Al fin y al cabo, la Fundación Rockefeller había publicado su análisis «Lockstep» en 2010, prácticamente garantizando que las grandes pandemias acabarían con decenas de millones de personas, y Bill Gates, el hombre más rico del mundo, también estaba bien metido en su fase de vacunas en 2014, habiendo cambiado su enfoque unos años antes, alejándose de los ordenadores y dedicándose a las vacunas.

Por supuesto, sabemos que la primera «directriz» grabada en el monumento de las Piedras Guía de Georgia dice «mantener a la humanidad por debajo de 500.000.000 en perpetuo equilibrio con la naturaleza», lo que representa una reducción de más del 90% de los habitantes de la tierra. Es un objetivo que parecía escandaloso hasta que el alcance total de las inyecciones mortales por veneno y luego la perspectiva de la hambruna global y la Tercera Guerra Mundial empezaron a vislumbrarse más allá del horizonte de los titulares de las noticias diarias.

En resumen: Vivimos en tiempos extraños, y creo que es el fin de los tiempos. Todos tenemos que centrarnos en endurecernos física, mental y emocionalmente para lo que viene a Estados Unidos en los próximos tres años, mientras nos damos cuenta de que el ámbito más importante es endurecernos espiritualmente.

Que Dios os bendiga a todos en vuestros preparativos.

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