Como parte de una sociedad, el individuo tiene miedos que ya considera naturales y, por lo tanto, vive con ellos, sin notar que a veces es propiamente un temor el que condiciona su comportamiento. Como cuando actuamos de acuerdo a la ley o a ciertas normas, sean de tránsito o de manejo en determinada comunidad.
“El tema del control social y el miedo proviene históricamente de la existencia del Estado mismo y es parte de la imposición del Estado y de los individuos. Para entender el papel del miedo, tenemos que entender el miedo a qué, el miedo producido por quién o ante quien, ya que como individuos sentimos en general un miedo introyectado”, explicó Ricardo Pascoe Pierce, exembajador de México en Cuba del 2000 al 2002, en entrevista con Cuestione. “La gran discusión es hasta qué punto el estado intimida a los individuos. Todo estado intimida para que se obedezcan las reglas.
Pero en sociedades que están en estado crítico o en crisis, la función del Estado cambia. Hay circunstancias, que según el criterio del Estado o de quien detenta el poder, siente que está en la obligación de imponer reglas y castigar, incluso con castigos corporales, a quien no las obedezca”, dijo el exdiplomático.
De acuerdo con El factor miedo en la Guerra Fría, de la editorial Labor de Punto, el miedo se encuentra implícito en la vida de la sociedad contemporánea, y al igual que la misma sociedad, va evolucionando. “Los miedos tienden a ser enmascarados en ideales bien calculados que permiten disimular la inseguridad”, dice el documento de la serie EntreTextos, de diciembre del 2017 y marzo del 2018.
De acuerdo con Ricardo Pascoe, un exceso en el miedo y su utilización funcionan en sociedades que están en crisis y que no encuentran la manera de resolverlas, eso implica que tampoco pueden garantizar el cuidado de las libertades esenciales de la gente, por lo que el consenso social se rompe y el Estado tiene que imponer una serie de condiciones.
Los miedos en la historiaEstas son algunas crisis en las que el gobierno ha utilizado miedos e infundido otros con el fin de imponer ideologías, nuevas leyes y nuevos estilos de vida; incluso, de justificar maltrato y genocidio por un interés de Estado: Guerra FríaEn el período denominado como “Guerra Fría” (1945-1989), Estados Unidos basa gran parte de su ideología en el miedo, y lo utiliza como herramienta de control de masas. Uno de los ejemplos es el temor que sirve de motor a la carrera armamentista nuclear entre las dos principales potencias globales en ese momento: La Unión Soviética y Estados Unidos.
En 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, Joseph Stalin, líder de la Unión Soviética entre 1922 y 1953, comenzó a buscar alianzas con países que tuvieran afinidad con la ideología comunista. Sin embargo, de acuerdo con Benoir Breville en el libro El Atlas del mundo diplomático, esta búsqueda de aliados se hacía con el miedo de perder la paz después de una guerra mundial, varias guerras regionales y una revolución previa.
En Estados Unidos el miedo que imperaba era el de la expansión del comunismo en otras regiones del mundo, por lo que se comenzó a aplicar la “Doctrina Truman”.
La Doctrina Truman consistió en “asustar de muerte al pueblo norteamericano”, a través de un discurso de la lucha de dos mundos: el de la libertad, representado por Estados Unidos y sus ideales, y el de la tiranía, encabezado por la Unión Soviética y seguido por todas las personas con ideales parecidos al comunismo y simpatizantes a Stalin.Mientras esto sucedía, el miedo al apocalipsis (como hoy se le conoce), un desastre nuclear que acabaría con la humanidad y todos los recursos naturales, crecía entre la población, debido a las preocupaciones de utilizar el potencial de la energía nuclear con fines bélicos.
Hasta que la Segunda Guerra Mundial, conflicto militar que inició con la invasión de Alemania hacia Polonia en 1939, culminó en 1945 con el uso de una bomba nuclear.
“Por primera vez en la historia la idea de la autodestrucción era una realidad, y en consecuencia, el discurso del miedo apocalíptico se revitalizó y se sublimó en diferentes productos culturales. Uno de ellos, propio de la cultura de masas y característico de la sociedad mediática occidental de posguerra, será el cine de ciencia ficción”, explica Ricardo del Molino García, en El discurso del miedo apocalíptico y sus representaciones cinematográficas durante la Guerra Fría.
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