Por Jake Welch / National Pulse
Traducido por el equipo de SOTT.net
Los líderes mundiales se reunirán a finales de este año para «acelerar la implementación de la Agenda 2030», según ha anunciado esta semana el Foro Económico Mundial (FEM), que no rinde cuentas y está dirigido por corporaciones.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el FEM parecen frustrados por la falta de avances hacia su ideología del «Gran Reinicio«, junto con la Agenda 2030, sucesora socialista e ideológica de los fracasados «Objetivos de Desarrollo del Milenio».
El FEM (dirigido por el ingeniero alemán Klaus Schwab, cuyo padre trabajó en su día para el aparato del Partido Nazi) ha afirmado que los esfuerzos anteriores para poner en práctica sus planes «sufrieron reveses imprevistos debido a la pandemia de Covid-19, los importantes efectos negativos del cambio climático y el aumento del coste de los alimentos y el combustible en todas partes debido al conflicto en Ucrania».
Los líderes y representantes mundiales están, por tanto, convocados para «elaborar estrategias» y acelerar el progreso de lo que el FEM denomina «posiblemente el mayor esfuerzo humano jamás emprendido para crear sociedades pacíficas, justas, igualitarias y sostenibles».
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU ha argumentado que «se necesitarán urgentemente soluciones prácticas que puedan acelerar el progreso en los [Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS)]».
Los diecisiete ODS que componen la Agenda 2030 se recopilaron por primera vez en 2015 y fueron acordados por gobiernos de 191 Estados miembros de la ONU, aunque no necesariamente por sus ciudadanos votantes. Estos «objetivos» incluyen aspiraciones loables como «acabar con la pobreza» y erradicar el hambre en el mundo, entre objetivos globalistas más nefastos en áreas de ideología de género y economía socialista de extrema izquierda.
Desde Davos 2021, el FEM ha debatido públicamente cómo pueden utilizarse estos objetivos para lograr el «Gran Reinicio», que permitiría a la gente corriente no poseer nada personalmente. El FEM afirma que esto aumentará la felicidad en el mundo.
Participación cívica
El FEM se centra en algo llamado «participación cívica» para impulsar sus planes. Lo describen como la lucha contra «la desigualdad económica, los desequilibrios de género, la corrupción y la degradación medioambiental».
«En la búsqueda de reconstruir mejor», dice el FEM, «la sociedad civil está proponiendo nuevas formas de alcanzar los ODS y crear un mundo postpandémico mejor».
Lo que esto parecerá es algo que se aproxime al comunismo, ya que un mundo mejor es aquel en el que «los beneficios se reparten uniformemente» porque «el desarrollo debe consistir en liberarse del miedo y liberarse de la necesidad«.
Esto parece estar muy en línea con la agenda del FEM, en la que todos trabajan juntos por el «bien común«, en lugar de buscar el beneficio o la recompensa por el duro trabajo realizado o los riesgos asumidos.
A medio camino
El FEM tiene previsto reunir a los líderes mundiales después de que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, publique a finales de este año el esperado Informe de Progreso sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las conclusiones del informe sentarán inevitablemente las bases de las deliberaciones internacionales. «El informe de este año», insiste el FEM, «es especialmente crucial, ya que nos acercamos al ecuador de la Agenda 2030».
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