Por Josh Stylman / stylman.substack.com
Traducido por el equipo de sott.net
Durante un tiempo ha parecido evidente que el actual sistema monetario fiduciario es, en el mejor de los casos, inestable. En el peor, es un esquema Ponzi cuyo ciclo ha expirado (NdT: montaje financiero fraudulento de forma piramidal en el que las inversiones de los clientes se pagan con los fondos que aportan los nuevos participantes, hasta que estos no sean suficientes y el sistema se desmorone).
Si ese es el caso, sospecho que los banqueros centrales y el 0,1% lo saben y podrían estar preparados para introducir el nuevo sistema antes de que el antiguo se derrumbe sobre sí mismo- aun cuando lo saqueen en el proceso mediante la transferencia de riqueza más importante de la historia de la humanidad.
Para cualquiera que preste atención a estas tendencias, parece evidente que la Moneda Digital del Banco Central (CBDC) será ese nuevo sistema.
Todo indica que la llegada de la CBDC es inminente. Ayer, varios bancos internacionales anunciaron una asociación con la Reserva Federal de Nueva York para poner a prueba los dólares digitales. Dada la omnipresencia de las tarjetas de crédito/débito, las aplicaciones de pago y otros sistemas de pago en línea, el dinero digital estaba destinado a aparecer desde hace tiempo. El riesgo no es la parte electrónica, que es inevitable, sino el hecho de que un banco central supervise la moneda digital.
Desde mi perspectiva, es imposible exagerar el riesgo que presenta la CBDC. Tanto si se trata de una visión utópica basada en buenas intenciones como de un siniestro complot para aplastar nuestra soberanía, el resultado puede ser el mismo: el control. La Moneda Digital del Banco Central tiene todos los inconvenientes del dinero fiduciario, además de las capas añadidas de vigilancia y programabilidad supervisadas por el Estado.
Muchas personas de Team Reality se han sentido probablemente como disidentes en los últimos años, simplemente por cuestionar cualquier cosa más allá de la mentalidad de rebaño. Hacer preguntas o hablar en contra de la narrativa de temas como los probables orígenes del virus covídico, la utilidad de la PCR, el riesgo para la mayoría de la población, los beneficios del tratamiento precoz, las ventajas de la inmunidad natural, la seguridad y la eficacia de las vacunas, los pros y los contras de las máscarillas/confinamientos, y la utilidad de los pasaportes de vacunación creó un ambiente en el que la gente fue estigmatizada, alienada o directamente censurada. Imagínese un sistema monetario con funciones incorporadas con el objetivo de diseñar socialmente cómo vivimos. Por ejemplo:
- Salud: «No se ha puesto su dosis de refuerzo… lo siento, no se le permite entrar en los espacios públicos».
- Energía: «Ha utilizado toda su cuota de energía de este mes… lo siento, su coche eléctrico no puede arrancar.»
- Alimentación: «Ha comido demasiada carne esta semana… lo siento, su dinero sólo sirve para comprar vegetales (o bichos).»
- Ahorros: «Si no toma sus raciones pronto… lo siento, su dinero caducará a final de mes».
- Libertad de expresión: «Ha compartido información con la que no estamos de acuerdo… lo siento, nuestro algoritmo lo está multando». (PayPal ya comenzó a hacer ésto)»
Si la CBDC se convierte finalmente en el nuevo sistema monetario, sus características fundamentales permitirán que los gobiernos del mundo ya no necesiten algo como una crisis sanitaria mundial para imprimir dinero o cerrar la sociedad. Líneas de codificación pueden moldear nuestro comportamiento y garantizar que seamos forzados a quedarnos en casa. Toda la plataforma estará diseñada para expulsar la mano de obra que ya no se considere necesaria. Aunque al principio creí que las intervenciones farmacológicas dirigidas por el Estado eran una amenaza aislada y aguda de esta época, se ha hecho evidente que eran simplemente un tentáculo de una bestia mucho mayor. Cualquiera que sea la fuerza que esté insinuando esta dirección en el mundo (mirando hacia ti, Davos), se ha revelado implacable en su búsqueda de perpetuar el miedo y el poder.
Soy bien consciente de que esto debe parecer una locura, especialmente a cualquiera que no haya prestado atención a esta tendencia durante un tiempo. Hace unos años, habría pensado que esto era descabellado, pero después de haber sido testigo de las mentiras, el engaño y el afán de control del gobierno, ahora me temo que esto sea a lo que nos dirigimos. Si consideramos que los mandatos de vacunación no tenían ningún propósito médicamente justificable, es totalmente plausible que fueran simplemente una rampa de acceso para normalizar una sociedad de «papeles por favor». En Nueva York, donde residí hasta hace poco, la mayoría de la gente aceptaba los pasaportes vacunales y adoraba la aplicación móvil Excelsior Pass porque era conveniente. ¿Cuántos sentirán lo mismo respecto al dinero digital, que sin duda vendrá con su parte de beneficios?
La moneda digital del banco central permitirá a los gobiernos imponer un control de arriba abajo, a la manera del crédito social chino. Algunos banqueros centrales incluso están mencionando la parte oculta en voz alta. Sea o no este el objetivo del programa, ¿ha habido alguna vez en la historia en la que los gobiernos hayan rechazado el poder que se les otorga? A estas alturas, tampoco se trata de una teoría con sombrero de papel de aluminio. Hay muchos ejemplos de cómo este tipo de coerción impulsada por las finanzas ya está en marcha:
- «Ahora el gobierno está pidiendo a la gente que solicite tarjetas de plástico My Number equipadas con microchips y fotos, para vincularlas a los permisos de conducir y a los planes de seguro médico público. Las tarjetas de seguro médico que se utilizan actualmente, que carecen de foto, serán eliminadas a finales de 2024. Los ciudadanos deberán utilizar en su lugar las tarjetas My Number». Fuente
- «El nuevo pase garantizará la asignación de la cuota de combustible semanalmente. Se entregará un código QR para cada número del Documento Nacional de Identidad (DNI), una vez verificados el número de identificación del vehículo y otros detalles». Fuente
- «Según un informe de 9News Queensland, el departamento ha dictaminado que los profesores no vacunados a los que se les ha permitido volver a su puesto de trabajo este trimestre después de haber sido puestos en licencia sin sueldo, afrontarán un nuevo golpe financiero, con una ‘reducción de la remuneración‘ por un período de 18 semanas.» Fuente
- «La fase de prueba, que es voluntaria, utilizará el reconocimiento facial para identificar a las personas y el número de billetes de entrada que tienen. La tecnología podría ampliarse para cubrir las compras automatizadas en puestos de venta, restaurantes y bares.» Fuente
- «Como parte de los planes anunciados recientemente por el Gobierno, Uganda empezará a recopilar datos biométricos y de ADN de sus ciudadanos cuando sus tarjetas caduquen en 2024, para utilizarlos en su rediseñado programa de identidad digital.» Fuente
Esto es sólo la punta del iceberg, y es global. Como vimos con los confinamientos, China es el modelo emulado en Occidente. Al igual que el deslizamiento hacia medidas autoritarias relacionadas con la salud, globalistas no elegidos con intereses financieros acechan en el fondo.
Me encantaría estar equivocado en todo esto. Sin embargo, hasta que haya pruebas, debemos sospechar de cualquiera que perpetúe este peligroso camino, independientemente de sus motivaciones.
Para profundizar en este tema, recomiendo encarecidamente este ensayo de Fabio Vighi sobre la Política Monetaria del Covid Persistente. Edward Dowd también ha hablado ampliamente sobre la relación entre el sistema monetario y el covid, incluyendo esta reveladora presentación. Seguidamente, el excelente Maajid Nawaz ha cubierto los motores detrás de la CBDC. Otros, como Marty Bent, Saifedean Ammous, y Allen Farrington, se han adelantado en la identificación de estos riesgos. Comparto su evaluación sobre el hecho de que Bitcoin probablemente resuelva esto.
Si aún no lo ha notado, uno de los temas principales de los últimos tres años (al menos) es «libertad versus control», así que no es una hipérbole sugerir que el futuro debe ser descentralizado si queremos asegurar que nuestros hijos crezcan en un mundo libre.
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