Por RT
La gran erupción del año pasado se cobró cuatro vidas humanas, pero su efecto en el Pacífico puede considerarse como un mega-tsunami.
Un equipo científico de Estados Unidos y de Nueva Zelanda ha demostrado mediante una serie de simulaciones que el estallido volcánico ocurrido en medio del océano Pacífico en enero de 2022 fue la explosión más fuerte de origen natural de entre las registradas en más de un siglo, siendo solo comparable al de una prueba nuclear de gran potencia.
El artículo de los investigadores, publicado en la revista Science el pasado 14 de abril, se centra en la última de las cinco explosiones ocurridas durante la erupción del 15 de enero de 2022 y establece que tuvo la magnitud de 15 megatones.
La anterior, dentro de la misma serie, rondaba los 4 megatones, mientras que el resto estuvo por debajo de esta cifra. La potencia de ese suceso desafía la explosión volcánica del Krakatoa, que causó más de 36.000 muertes en 1883, si bien este nuevo estallido solo se cobró cuatro vidas humanas en el archipiélago afectado, que forma el Reino de Tonga.
A partir de los análisis anteriores de aquella erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai se sabe que fue «una de las erupciones más violentas jamás captada por satélite».
El nuevo estudio aporta una estimación más exacta de la escala del mega-tsunami que la serie de explosiones provocó ese mismo día y que generó olas de hasta 45 metros en la isla Tofua y de 17 metros en Tongatapu, la isla más poblada. Sin embargo, el balance mortal no supera las cuatro víctimas humanas, lo que se debe a varias medidas preventivas, incluidas las relacionadas con la pandemia del coronavirus, según los autores.
«A pesar de su tamaño y larga duración, el mega-tsumani que brotó del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai se cobró pocas vidas», explica en un comunicado el profesor y experto en Geociencias Marinas Sam Purkis, de la Universidad de Miami, primer autor de este estudio. En su opinión, la erupción del año pasado arroja «lecciones importantes para los tsunamis pasados y futuros en Tonga y más allá».
En declaraciones a The Washington Post, este mismo geofísico compara el potente evento natural con los efectos de armas nucleares. «La única manera de causar una explosión de este tamaño es con una bomba de hidrógeno«, afirma Purkis.
El diario saca de ello la conclusión de que se trata de la explosión más fuerte de entre todas las de origen natural del siglo anterior y también de entre todas las explosiones nucleares realizadas por EE.UU.
- La ‘Bomba Zar’, diseñada en la Unión Soviética en 1961, tenía una potencia de 50 megatones y fue el artefacto nuclear más potente jamás detonado.
- La Universidad de Oxford estimó el pasado mes de noviembre que la erupción en Tonga arrojó a la atmósfera la columna de gases más grande de la que se tiene registro. Se elevó a unos 57 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta.
- En la NASA estimaron que el agua evaporada hacia la estratosfera el 15 de enero de 2022, equivalente a más de 58.000 piscinas olímpicas, podría calentar la Tierra considerablemente.
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