Por Ufo Spain

Durante el otoño de 1954 por toda Europa occidental ocurrieron varios sucesos sorprendentes de encuentros con extraños objetos voladores (OVNIs) y encuentros con seres extraterrestres, según las fuentes de los testimonios y victimas que relatan sus experiencias, la mayoría eran campesinos y aldeanos.

Vamos a hablar de un caso que sucedió en una pequeña localidad de la Toscana, Italia.

Rosa Lotti Dainelli era una campesina de cuarenta años de edad, madre de cuatro hijos, dueña en una granja llamada “La Collina” en la localidad Cennina7 (un pequeño pueblo cerca de Biicine, en la provincia de Arezzo, Italia).

Lunes 1 de Noviembre de 1954. Aquella mañana Rosa se dirigía para acudir como de costumbre a la iglesia de su municipio donde acudía habitualmente, ese día se había levantado muy temprano sobre las seis y media de la mañana ya que se celebraba la festividad de todos los Santos y tenía varias cosas importantes que hacer.

Rosa ese día decidió estrenar un vestido nuevo que tenía guardado para la ocasión y unos zapatos nuevos.

Salió de su casa con un gran ramo de flores que había cogido el día antes con la intención de después de ir a misa acercarse al cementerio a visitar a sus familiares fallecidos como es habitual en ese día. Tomó un pequeño sendero que la llevaría antes al lugar donde se dirigía.

A medio camino se dio cuenta que había muchísima humedad de la noche por el abundante rocío matinal, se detuvo para sacarse los zapatos para que no se mojaran agarrándolos con su mano izquierda ya que en la otra mano llevaba el ramo de flores y continuó el camino descalza por el sendero.

Rosa iba algo distraída mirando las flores que llevaba y se adentró por un pequeño bosque, cuando de repente se detiene y se sorprende al presenciar a un lado del camino un aparato muy raro estacionado en el suelo.

Rosa durante unos segundos se quedo inmóvil y sin saber cómo actuar pero minutos después decidió continuar avanzando lentamente por el camino del bosque.

La granjera sin poder apartar la vista del aparato iba observando con curiosidad ese extraño objeto mientras seguía caminando, un objeto el cual tiene la forma de dos conos, era de un color marrón brillante metalizado con reflejos dorados.

Asustada ante aquello decidió acercarse muy lentamente para observar más detalles de aquella máquina. Se acercó a unos 5 metros de distancia del aparato, Rosa desde allí ya pudo apreciar las dimensiones de aquel objeto, el cual tenía una altura de más de 2,5 metros por casi 2 metros de diámetro y un poco más abajo había una pequeña puerta la cual se encontraba totalmente abierta.

La curiosidad le venció en ese momento haciendo que se acercara a la abertura, donde alcanzo a ver dos pequeños sillones frente a lo que parecía un tablero muy iluminado.

Una especie de banda ancha rodeaba la unión de los conos y por encima de dicha banda se observaban varias pequeñas ventanillas parecidas a con unas luces parpadeantes parecidas a «ojos de buey».

De repente Rosa escucho un ruido entre las ramas y a lo lejos a pocos metros de distancia vio aparecer entre los arbustos a dos pequeños seres, lo que hizo que la mujer quedara petrificada ante tal aparición.

Eran unos seres que parecían muy sonrientes, gesticulaban, sin dar ningún rastro de ser una amenaza para ella.

De hecho parecía como si estuvieran tratando de hacerse entender y quisieran entablar una conversación con ella, tenían unos ojos pequeños y muy oscuros, (según contaba Rosa), eran de baja estatura (no tendrían más de un metro de altura), se veían muy semejantes a los humanos, sus caras eran casi perfectas, aunque su rastro era más bien envejecido por el arrugado de su piel.

Los seres vestían un traje de una sola pieza color gris azulado con una capa a sus espaldas y sobre la cabeza llevaban una especie de casco. Se acercaron lentamente a ella con cara divertida y amigable hablando con voz fuerte y aguda en un raro idioma.

Rosa en ese momento se quedó inmóvil, por lo que los seres aprovecharon para echársele encima y arrebatarle el ramo de flores y sus zapatos. En ese momento, Rosa comprobó que a pesar del tamaño, esos seres poseían una gran fuerza.

Ella trató de recuperar sus pertenencias, pero el ser que se encontraba más cerca a ella, insistió en sustraerle todo lo que tenía en sus manos. Entonces Rosa ya entró en pánico por miedo a poder sufrir algún daño y corrió hacia los arboles, escondiéndose como pudo por el bosque.

Al alejarse vio como esas criaturas se quedaban detenidas y con gran curiosidad inspeccionaban el ramo de flores, cogieron unos objetos que habían dejado en el suelo y luego se acercaron a la nave, depositaron todo a dentro y luego volvieron al lugar y comenzaron a buscar por los alrededores se supone que buscando a Rosa que ya muerta de miedo, continuó arrastrándose entre la hierba y así logro alejarse más de 50 m.

Una vez ya refugiada, desde ese lugar observó como esos seres, se subían a la pequeña nave minutos después y cerraban la puerta de la nave. Poco después con una gran vibración sónica y desprendiendo mucho humo y llamas, aquel aparato comenzó a elevarse y en un instante desapareció en el cielo..

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