Por Erick Sumoza / Ufo Spain
Una de las historias más extraordinarias y, a la vez, escalofriantes, está relacionada con John Smith, un astronauta estadounidense que desapareció en el espacio… y reapareció décadas después.
Uno de los mayores temores de cualquier astronauta es que, por algún fallo, no puedan volver a la Tierra. Eso fue lo que sucedió John Smith… sin embargo, su historia tuvo un final diferente.
El astronauta que desapareció
John Smith nació en 1941 en una familia militar. En 1960 se graduó de la Escuela Militar de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Participó como piloto de guerra en Vietnam, donde fue condecorado con una medalla honorífica. Ganándose una gran reputación como piloto.
Eso lo llevó a optar por ser astronauta, ganándose un puesto como «limpiador» en una misión espacial en la órbita terrestre en 1973. Pero se cree que su verdadera misión era «detectar, cazar y destruir misiles balísticos y satélites enemigos».
Fue puesto en órbita a bordo de un satélite para no ser detectado, mientras realizaba su labor secreta.
Durante 3 días no hubo incidentes, pero al cuarto, entró en una zona de radiación anómala que provocó fallos en sus sistemas de maniobra y orientación.
Casualmente, al mismo tiempo se produjeron varias ráfagas de ruido de radio inexplicables que no se pudieron rastrear. La NASA trató de salvar al astronauta, pero fracasaron.
Extrañamente, la agencia espacial se dedicó a encubrir todo, señalando la misión como un fracaso por un «accidente» durante un vuelo de entrenamiento. Las señales de radio no se mencionaron en ningún momento y todo quedó clasificado.
La historia de Smith quedaría registrada como otro astronauta perdido y misterios espaciales. Sin embargo, en el año 2000, la nave que lo transportaba fue descubierta accidentalmente.
El responsable del hallazgo fue un astrónomo aficionado de las Islas Fiji, quién detectó una anomalía en órbita a 470 kilómetros de altura. Rápidamente lo reportó, quienes se percataron que se trataba de la nave desaparecida en los 70.
La reaparición
En el 2001, el Transbordador Endeavor recuperó la nave que cayó en órbita estable y baja. Fue en ese momento donde la historia tuvo un giro aún más extraño.
Cuando la nave fue llevada a la Tierra y abierta, John Smith estaba dentro y vivo, después de décadas perdido en el espacio.
Estaba consciente y parecía estar en un estado de animación suspendida. Algo que nadie entendía realmente.
Se le realizaron los exámenes médicos al astronauta, lo que reveló más interrogantes; no había señales de la fractura de costillas que había tenido de joven. Tampoco estaban los lunares grandes que tenía en el brazo izquierdo.
Los expertos aseguraron que parecía que Smith se había «regenerado» de alguna manera. Además, en su diario personal había páginas completas llenas de símbolos indescifrables.
Cuando el astronauta estaba lo suficientemente lúcido para hablar, no pudo recordar nada de lo que había sucedido. Tampoco parecía estar consciente de que duró más de 20 años perdido en el espacio.
Mientras los expertos intentaban averiguar qué había sucedido, un último incidente sucedió con Smith; había desaparecido. No había rastro de él en las instalaciones, las cámaras de seguridad tampoco lo habían registrado. Era como si se hubiese evaporado.
A pesar de que la NASA continuó con la investigación unos años más, la investigación, supuestamente, quedó archivada y más nunca se ha vuelto a tocar el tema.
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