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Liu Hu es un reportero chino. Como todos sus conciudadanos, no puede moverse sin su código QR.
Desde hace varios años este dispositivo es indispensable para ir de compras, ir a la oficina, ir al restaurante, al cine, moverse por la ciudad, viajar …
En 2017 Liu Hu hizo lo imperdonable: en un artículo denunciando la corrupción dentro del gobierno. Esto le costó una condena y una multa.
Pero eso no es todo. Poco después, de repente se dio cuenta de que ya no podía comprar un billete de avión.
El sistema acababa de rechazarlo. Lo mismo le ocurre con los billetes de tren.
Luego descubrió que no podía obtener un préstamo de ningún banco e incluso se le prohibió comprar una propiedad.
El Sistema le había excluído de toda transacción, condenándole a la mera supervivencia y a la irrelevancia social.
A otros como él, por haberse expresado demasiado en las redes sociales, se les ha impedido alquilar, ocupar determinados trabajos. También vieron congeladas sus cuentas bancarias.
Todo lo que se esconde detrás de un certificado activo es un control absoluto y dictatorial que a gente sin imaginación les resulta muy difícil representarse, pero que amenaza con convertirse en el modelo único de desenvolvimiento social.
Un modelo que te exige comprar tu derecho a la interacción con tu silencio, tu sumisión y tu renuncia a tu libertad, dignidad e integridad.
No lo permitas.
Fuente: https://t.me/Despertadordelamatrix
Visto en: Astillas de Realidad
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