Filman por primera vez la lava del volcán de La Palma en el fondo del mar después del desbordamiento del cono principal

El volcán continúa arrojando lava en la isla canaria de La Palma, 10 de octubre de 2021. Daniel Roca / AP

Por RT

Durante los picos de intensidad de actividad, el volcán Cumbre Vieja ha expulsado materiales “preisla” con una datación estimada de hace más de dos millones de años.

Por primera vez, se han grabado imágenes de la lava del volcán de la isla española de La Palma en el fondo del océano Atlántico correspondientes a la fajana que está formando la colada que llegó hasta el mar en la costa del municipio de Tazacorte. Un robot con una cámara de 360 grados lo ha hecho posible.

Las imágenes, tomadas a unos 20 metros de profundidad por el Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y difundidas por la televisión pública autonómica canaria, muestran el fluido incandescente solidificado en el fondo marino y cómo algunos peces comienzan a acercarse a la nueva estructura.

El magma precipitado a las aguas oceánicas ha formado un delta que ya ha ganado alrededor de 40 hectáreas al mar para la isla, aunque de momento ha parado su crecimiento.

La lava desborda el cono principal

En las últimas 24 horas, la lava ha desbordado el cono principal del volcán, pese a que el avance de las coladas se ha ralentizado. Desde el Instituto Geográfico Nacional se asegura que este desbordamiento “no supone ningún riesgo”, ya que se ha producido cerca del punto de emisión sin que se haya producido la apertura de nuevos ramales.

Por encima de la colada inicial actualmente está avanzando una nueva colada en dirección oeste-noroeste. Uno de sus apéndices que en un principio ha tenido una alta intensidad ha arrasado la pasada madrugada un supermercado, mientras que otro ha atravesado y destruido el campo de fútbol de la barriada de La Laguna.

Un ‘tsunami’ de lava

Desde que entrara en erupción el pasado 19 de septiembre, el volcán de Cumbre Vieja está sorprendiendo por la duración y la cantidad de lava expulsada. Aunque los expertos ya habían avanzado que el fenómeno se podría prolongar entre 24 y 84 días -ya lleva 27-, lo cierto es que se esperaba que estuviera más cerca del primer valor, que fue exactamente la duración de la anterior erupción en la isla hace medio siglo, la del volcán Teneguía en 1971.

Además, en determinados momentos la emisión del volcán se convierte en un verdadero ‘tsunami’ de lava, por el pico de velocidad que llega a alcanzar en momentos concretos, como cuando este jueves se desbordó el cono principal.

El vulcanólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España Vicente Soler ha informado de que el volcán está arrojando algunos materiales que, a falta de verificar en laboratorio, parecen ser “sedimentos oceánicos preisla”, que ha definido como “lo que había en el fondo del mar antes de que erupciones como esta comenzasen a construir la isla de La Palma” y que datarían de hace más de dos millones de años.

Esta intensa actividad ha provocado que en los últimos dos días un millar de vecinos hayan tenido que ser desalojados de sus viviendas en el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, mientras sigue preocupando la acumulación de cenizas sobre los tejados de las casas y la calidad del aire del entorno.

Nuevo terremoto

Este viernes, la isla ha vuelto a registrar el terremoto más fuerte desde que comenzó la actividad volcánica, en esta ocasión de magnitud 4,5. Ha sido detectado a 36 kilómetros de profundidad a las 07:02 horas (local). Se trata de la misma magnitud y similar profundidad al registrado tan solo 24 horas antes.

En total este viernes se han producido alrededor de 25 movimientos sísmicos, una actividad algo menor a la de las pasadas jornadas, cuando llegaron a tener lugar más de medio centenar al día.

Un saldo de destrucción

Tras las últimas evacuaciones, en total son alrededor de 7.000 personas las que han tenido que ser desalojadas de sus casas por riesgo ante la cercanía de las coladas.

La lava ha arrasado ya más de 680 hectáreas y destruido casi 1.600 edificaciones, mientras las tres lenguas del fluido incandescente activas alcanzan ya una anchura de 1.770 metros.

Las diferentes administraciones ya han aprobado varios planes de ayuda millonarios que esperan puedan activarse una vez que acabe la erupción. Mientras, las autoridades se están centrando en la compra de viviendas para dar respuesta habitacional a aquellas familias que han perdido su residencia.

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