En un futuro no muy lejano, existirán máquinas (robots) capaces de expresar, entender y reaccionar ante nuestras emociones. Se espera incluso que tengan consciencia.
Un hecho casi ineludible que nos traerá el futuro es la interacción entre los robots y el ser humano. Así, para que esa relación sea óptima, efectiva y significativa, deben estar presentes -según señalan los expertos- las emociones. Serán eso sí, emociones sintéticas, es decir, procesos computacionales creados por inteligencia artificial que permitirán a las máquinas simular y reaccionar a las emociones humanas.
El tema produce cierto escalofrío. Sin embargo, esta realidad es imparable y se espera que en el 2030 dispongamos de dispositivos capaces de reconocer emociones para anticiparse a nuestras necesidades. Ahora mismo, por ejemplo, ya se está desarrollando lo que se conoce como empatía artificial.
Es más, hay bots (programas informáticos que analizan e imitan el comportamiento humano) que disponen de una empatía rudimentaria que actúa en diversos servicios de atención al cliente. Existen marcas y grandes empresas que ya recurren a este tipo de recurso para manejar las quejas de los usuarios y tomar sencillas actuaciones al respecto.
Con ello, es fácil deducir que la ingeniería de las emociones artificiales o sintéticas no solo se está desarrollando, sino que se está aplicando de manera puntual y discreta en nuestro uso cotidiano en Internet. El próximo paso será la llegada de robots capaces de entendernos desde un punto de vista emocional y de empatizar con nosotros.
“Si fuese posible crear un robot capaz de ser funcionario civil, creo que haríamos un gran bien, ya que las Leyes de la Robótica le impedirían dañar a un ser humano, lo incapacitarían para la tiranía, la corrupción, la estupidez, el prejuicio”.
-Isaac Asimov-
¿Qué son las emociones sintéticas?
Las emociones sintéticas son (o serán) las expresiones y procesos emocionales que emitirá una entidad mecánica o virtual. Sabemos que esto sucederá en algún momento, sin embargo… ¿Hará esto que los robots sean “casi humanos”?
Algo que señala a menudo el reconocido neurocientífico Antonio Damasio es que un robot será verdaderamente inteligente cuando se sienta vulnerable y tema por su supervivencia. Es decir, en el momento en que experimente el miedo y luche por preservar su vida, serán ya muy parecidos a nosotros.
Sin embargo, los científicos e ingenieros que trabajan en el avance de la inteligencia artificial lo enfocan de otro modo. El objetivo es crear entidades artificiales que comprendan, simulen y reaccionan a las emociones humanas para darnos un mejor servicio y asistencia.
La comunicación con “humanos virtuales”, todo un desafío
La Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos presentó un trabajo para evaluar el desarrollo de la inteligencia emocional artificial en las máquinas. El objetivo es desarrollar tecnologías virtuales (robots) dotadas de emociones sintéticas para que interaccionen mejor con el ser humano.
Hasta el momento ha podido verse que las personas experimentamos desconfianza cuando tenemos que hablar con estas entidades artificiales. Como es obvio, la tecnología actual aún no está lo suficientemente lograda para que esa comunicación humano-máquina sea exitosa.
Este trabajo demuestra que comunicarnos con una entidad virtual que intenta transmitirnos emociones positivas, sigue suscitando en nosotros incomodidad y rechazo.
Las personas tenemos ventaja sobre cualquier otro ser en materia de lectura y comprensión emocional. Sin embargo, las máquinas tiene otra ventaja sobre nosotros: aprenden muy rápido. De hecho, ahora mismo las están entrenando para que procesen y entiendan todo sobre el universo de las emociones en el ser humano.
“Entrenadores” de emociones sintéticas: cuando las máquinas aprenden de nosotros
No sabemos si quienes están tratando de lograr que la inteligencia artificial desarrolle emociones y empatía se han parado a pensar qué ocurrirá cuando un robot sienta miedo. El temor ha garantizado que el ser humano luche por su supervivencia para llegar hasta donde estamos.
Ahora bien, a día de hoy, ese aspecto no parece importante. Porque estamos siendo testigos del despertar de las emociones sintéticas y el proceso no puede ser más llamativo.
Los ingenieros y los psicólogos están entrenando máquinas para que aprendan a reconocer y responder a las emociones humanas.
El mecanismo es el siguiente: descomponer los sentimientos en propiedades cuantificables que la inteligencia artificial pueda medir y analizar.
Wendi Heinzelman es profesora de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de Rochester. Uno de sus trabajos es desarrollar un algoritmo capaz de detectar y comprender las emociones de las personas a través de la voz. Esto permitirá a las máquinas aprender y actuar en consecuencia para darnos mejores servicios.
El objetivo es crear los robots para tener interacciones más ricas, profundas e interesantes. Esto nos permitirá potenciar innumerables servicios, incluyendo sanitarios y asistenciales.
CompanionMx es una aplicación que ya hace uso de las emociones sintéticas para comprender el estado emocional de sus usuarios y detectar estados como la ansiedad y el estrés.
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