Por RT / LaRutaVerde
El Departamento de Comercio estadounidense comunicó este jueves que ha impuesto restricciones comerciales contra 37 empresas e instituciones radicadas en China, Georgia, Malasia y Turquía para «abordar las amenazas continuas a la seguridad nacional y la política exterior» del país norteamericano.
Entre las entidades incluidas en la lista negra se encuentra la Academia de Ciencias Médicas Militares de China y 11 de sus institutos de investigación, que, según las autoridades de EE.UU., supuestamente utilizan procesos biotecnológicos para «apoyar los usos y usuarios finales militares chinos, para incluir un supuesto armamento de control cerebral«.
«La búsqueda científica de la biotecnología y la innovación médica puede salvar vidas. Desgraciadamente, la República Popular China está optando por utilizar estas tecnologías para intentar controlar a su pueblo y reprimir a miembros de grupos étnicos y religiosos minoritarios«, declaró la secretaria de Comercio, Gina M. Raimondo, refiriéndose a la supuesta opresión del Gobierno chino sobre la minoría musulmana uigur, que vive en el noroeste del país.
«No podemos permitir que los productos básicos, las tecnologías y los programas informáticos estadounidenses que apoyan la ciencia médica y la innovación biotécnica se desvíen hacia usos contrarios a la seguridad nacional de EE.UU.», agregó.
Además, la alta funcionaria afirmó que Washington continuará oponiéndose «con firmeza» a los esfuerzos de Pekín y Teherán para «convertir herramientas que pueden ayudar a la humanidad a prosperar en implementos que amenazan la seguridad y la estabilidad mundial». Algunas de las entidades han sido incluidas en la lista negra (que se publicará oficialmente el 17 de diciembre) «por desviar o intentar desviar productos estadounidenses a los programas militares de Irán«.
«Hacer frente al uso indebido de la tecnología para vigilar»
«Estas acciones se inscriben en el contexto más amplio de los esfuerzos de la Administración para hacer frente al uso indebido de la tecnología para vigilar y, en muchos casos, como en el caso de la República Popular China, para ejercer un control social represivo a gran escala», dijo un alto funcionario norteamericano a Reuters.
Esta medida siguió a la prohibición de inversión impuesta la semana pasada por EE.UU. contra la ‘startup’ china de inteligencia artificial SenseTime Group. El Departamento del Tesoro de EE.UU. acusó a la compañía de haber desarrollado programas de reconocimiento facial que pueden determinar la etnia de un objetivo, con especial atención a la identificación de los uigures. Por su parte, la empresa subrayó en un comunicado que «se opuso firmemente a la designación y las acusaciones que se han hecho en relación con ella», y las calificó como «infundadas».
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