Por Fernando López-Mirones / https://t.me/elaullido
Visto en: Astillas de Realidad
Como estaba previsto, están volviendo a activar el relato del miedo de forma casi idéntica a hace tres años. Esta vez le suman una crisis económica galopante y, lo más importante, la muerte masiva de vacunados por efectos adversos.
Es esto último lo que quieren tapar, lo que necesitan justificar llamándole de otra forma. De nuevo implantarán las PCR que sabemos que no funcionan sino para crear enfermos imaginarios; de nuevo obligarán a certificados absurdos de vacunación, como si no se hubiera demostrado ya que los inoculados están más enfermos e inmunodeprimidos que los purasangres.
Pero hay otra diferencia importante esta vez, los neonegas, los ex vacunados, los que la primera vez creyeron pero se han dado cuenta. Millones de ellos.
La inoculación de la cuarta dosis está siendo un fracaso absoluto en España y en Europa, no supera el 30% en la franja de edad más fácil de engañar, los más mayores.
Los que han sobrevivido a las otras dosis han visto morir a sus amigos y familiares a su alrededor, han visto que enfermaban igual o más que antes.
Si en esta franja tan controlada por sus hijos y médicos no superan la mitad, en menores de 60 años el fracaso será mayor, y más grande aún en los más jóvenes. Esto ya lo saben, por eso reactivan el plan del terror.
Pero recuerden que esto es una partida con dos jugadores, y que lo que haga uno de ellos depende de lo que haga el otro, que somos usted y yo.
Es el momento de restringir al mínimo el contacto con la TV y la RADIO (ojo que se habla mucho de la TV pero para mí es mucho más peligrosa la radio por su omnipresencia en hogares y vehículos).
Solo los que informamos debemos exponernos a esa intoxicación por obligación, para ver hacia dónde miran las jirafas, pero recomiendo que, en general, nos aislenos de ellas, porque por muy negas que seamos, nos afectan y deprimen, y eso nos debilita físicamente.
Recuerden que ellos saben en todo momento lo que pensamos, no paro de decir esto pero veo que pocos lo entienden. Ellos poseen la inteligencia artificial, los algoritmos, las encuestas reales y todos nuestros datos. No hace falta salir a la calle para que nos vean porque nos ven todos los días, nos escuchan, nos espían y conocen perfectamente que el negacionismo es ahora mismo masivo y mayoritario.
Voy a insistir en esto, es VITAL contar con que saben que somos millones sin necesidad de que salgamos a las calles a decírselo, lo tienen claro. Donde hay que manifestarse es en el día a día, NEGÁNDOSE a tragar con mascarillas, PCR, por supuesto “vacunas” y certificados de ningún tipo. Hay que AGUANTAR, no se someta, no ceda. Si nos negamos a acatar normas absurdas y aguantamos un poco, las podemos eliminar.
Todo lo que ocurra es culpa de los obedientes, de los mansos, de los egoístas, de los que quieren salvarse ellos, huir de problemas. Cuando obedecen al NOM maltratador nos perjudican a todos.
Las personas que se vacunan hacen un daño descomunal a la humanidad, tenemos que decirlo claramente. Los que se someten son esquiroles de nuestra huelga de almas.
Tengamos claro que NO VAMOS A ADMITIR nunca más tiranías en colegios, universidades, trabajos, oficinas, centros comerciales ni aeropuertos o estaciones ¡NO NOS DA LA GANA!
Así se lucha de verdad, estando solo pero siendo muchos.
Esta guerra es diferente a otras, esta guerra la libra cada uno en su vida diaria, pero teniendo claro que somos millones.
No voten a nadie que quiera vacunarlos y pedirles certificados, da igual que sea su partido de toda la vida, por muy de derechas o de izquierdas que usted sea ¡¡abandónelos!! No les debe usted nada, lo están traicionando, lo están distrayendo con peleítas pequeñas de politicucha local mientras le hacen el juego a la Afrenta 2030.
Esto es lo primero, y llegado el momento saldremos a las calles, pero de forma MASIVA. Cada convocatoria que fracasa es un tiro en la pierna. Una y grande, con todos unidos de verdad y no tantas asociaciones que se llevan mal entre sí y cada vez más politizadas: TODOS A UNA … pero en el momento adecuado.
Estaba claro, y así lo anunciamos, que atacarían entrando la Navidad y el invierno como siempre hacen. Aprovechando el frío y la oscuridad que son sus aliados, atacando cuando más vulnerables somos los humanos. Pero esta vez van a pinchar en hueso, nunca mejor dicho, porque somos muchos más, nuestro ejército de la luz es infinitamente mayor.
Insisto, lo saben, y dado que somos más deben atacar más duro para conseguir lo que hace tres años les fue fácil.
No les crea, cuidado porque sus cookies mentales se nos instalan en el cerebro sin quererlo, es importante tener actualizada la última versión del antivirus mental, que se instala en lugares como este o leyendo libros, nunca viendo noticieros.
Y lo sé por experiencia propia, cuando vi ayer la orden de Ayuso se me aceleró el corazón, y me he levantado con una presión que ya conozco. Y esto hay que evitarlo porque podemos enfermar de verdad por autoinducción.
Por tanto, más unidos que nunca entre nosotros, leyéndonos unos a otros, pero cuidando de no intoxicarnos con falsos profetas que nos deprimen. Rezando.
Los ofendiditos impostados que te piden dinero son un arma de doble bandera. Hay que estar muy atentos de no perder el norte, nuestros enemigos llevan un uniforme climático, hablan de dosis y virus, se los distingue bien, y son muy pocos, poquísimos.
No se preocupe, ocúpese. Tenemos trabajo, pero sólo lo haremos bien con una sonrisa, con la convicción y la fuerza que nos confiere la verdad, la razón, la libertad y Dios.
Ánimo, somos más que nunca, no está usted solo, siga convenciendo, regalando información, compartiendo latidos, aullando.
Recuerden, nunca hubo más INDOMITUS que ahora. 2030 será el año de la muerte del NOM, de la Afrenta 2030 y de todos los colaboracionistas políticos. Lucharemos en nuestra vida diaria desde que vamos a comprar el pan hasta la noche, todos, siempre, en las calles, en el metro, en los aeropuertos. Aúlle, que alguien escucha siempre.
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