Por RT

Los resultados se obtuvieron luego de analizar la salud de 52.706 niños nacidos en Dinamarca entre el 2000 y el 2013.

Un nuevo estudio realizado en Dinamarca sugiere que las mujeres embarazadas con exposición a altos niveles de litio en el agua del grifo doméstico pueden tener un riesgo mayor de que sus hijos sean diagnosticados con algún tipo de trastorno del espectro autista, informa la Universidad de California.

El objetivo de la investigación, publicada en JAMA Pediatrics, es poner el foco en cómo los factores ambientales, en este caso el consumo de agua con altos niveles de litio, pueden generar afecciones neurodegenerativas y afectar al neurodesarrollo de la población.

Según detalla el centro educativo, el litio es un elemento metálico que se encuentra de forma natural en el agua, y este se ha utilizado durante décadas para tratar afecciones psiquiátricas. Sin embargo, cada vez hay más evidencias de que su consumo en grandes cantidades puede estar asociado a un mayor riesgo de aborto espontáneo, defectos congénitos o trastornos neurológicos.

Investigando los efectos del litio

Para ello, los expertos usaron la base de datos de pacientes e información del registro civil para identificar a 52.706 infantes nacidos entre 2000 y 2013, con o sin un diagnóstico de trastorno del espectro autista. Los mapearon a través de 151 obras hidráulicas públicas diferentes, una muestra que representa el suministro de agua para casi la mitad del país.

Las concentraciones de litio en el agua fueron dividas en cuatro intervalos iguales, que van de los 0,6 a los 30,7 μg/L, y se determinó el riesgo a ser diagnosticado con autismo de acuerdo a los niveles de exposición prenatal al elemento en cada cuartil.

De los 8.842 participantes en el estudio diagnosticados de autismo, 2.850 procedían de zonas en las que los niveles de litio en el agua potable estaban en el cuartil más alto, frente a 1.718 del cuartil más bajo. Los niveles del segundo y tercer cuartil se asociaron a un riesgo de entre un 24% y un 26% mayor de diagnóstico en comparación al grupo de control.

Del mismo modo, los científicos se dieron cuenta de que la relación entre el litio y el autismo también era ligeramente mayor en las personas que vivían en zonas urbanas en comparación con las que residían en áreas rurales y poblaciones más pequeñas. El equipo añadió controles para algunos factores socioeconómicos y la contaminación atmosférica, sin que variaran sustancialmente los resultados.

Investigaciones pasadas demostraron que este elemento es capaz de atravesar la placenta y la barrera hematoencefálica del feto, por lo que, destacan los autores, es importante seguir investigando las posibles afecciones al cerebro en desarrollo.

«En el futuro, las fuentes antropogénicas de litio en el agua pueden generalizarse debido al uso de baterías de litio y a su eliminación en vertederos con el potencial de contaminar aguas subterráneas», afirmó Beate Ritz, coautora del estudio, quien puso de manifiesto la relevancia de este estudio pionero en su tipo.

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