Por RT

El espécimen tiene características únicas, pues sus aletas traseras son más largas que las delanteras e, incluso, que su cabeza de cocodrilo.

Un equipo internacional de investigadores recabó las pruebas necesarias para describir un mosasaurio del tamaño de un gran tiburón blanco, que fue el terror de los mares hace 72 millones de años. Apodado dragón azul de Wakayama’, en honor a la prefectura japonesa donde se encontraron sus restos fósiles, este ejemplar se diferencia de otros mosasaurios, o grandes reptiles marinos extintos, en que tenía una aleta dorsal parecida a la de un tiburón, que lo habría ayudado a girar rápidamente y con precisión en el agua.

Un hallazgo casual

El profesor Takuya Konishi, de la Universidad de Cincinnati (EE.UU.), dijo que lo denominaron ‘dragón’ en atención a esas criaturas legendarias en el folclore japonés. «En China, los dragones desatan truenos y viven en el cielo. Se volvieron acuáticos en la mitología japonesa«, explicó Konishi. Precisó que los restos de este superdepredador de los océanos prehistóricos fueron descubiertos fortuitamente por Akihiro Misaki en 2006, cuando buscaba fósiles de amonitas. El equipo pasó cinco años eliminando la matriz de arenisca que cubría los restos.

Características distintivas

Konishi, quién ha dedicado su carrera al estudio de estos antiguos reptiles marinos, afirmó que se trata del más completo esqueleto de mosasaurio jamás encontrado en Japón o en el noroeste del Pacífico. «En este caso, se trataba de casi el espécimen completo, lo cual fue asombroso», dijo Konishi. Y agregó: «Pensé que ya los conocía bastante bien (…) Inmediatamente [quedó en claro que era] algo que nunca había visto antes», continuó.

También detalló que el espécimen tiene características únicas, pues sus aletas traseras son más largas que las delanteras e incluso que su cabeza, parecida a la de un cocodrilo. Los investigadores piensan que esas aletas traseras extralargas podrían haberles otorgado una mayor propulsión, junto con su larga cola.

El Wakayama Soryu tiene algunas características similares a los mosasaurios encontrados en Nueva Zelanda, y otras comparables a los hallados en California, dijo Konishi. Tenía una visión casi binocular, que lo habría convertido en un cazador letal, agregó. Finalmente, los investigadores ubicaron el espécimen en la subfamilia ‘Mosasaurinae’ y lo llamaron Megapterygius wakayamaensis para reconocer dónde fue encontrado. ‘Megapterygius’ significa «con alas grandes», en consonancia con las enormes aletas del mosasaurio.

Una natación intrigante

Konishi puntualizó que el tipo de natación desarrollado por este ejemplar sería extraordinario, no sólo entre los mosasaurios sino prácticamente entre todos los demás animales. Señaló que otro reptil marino prehistórico, llamado plesiosaurio, usaba sus aletas para la propulsión, pero no tenía una cola larga parecida a un timón. «No sabemos de ningún análogo moderno que tenga este tipo de morfología corporal, desde peces hasta pingüinos y tortugas marinas», especificó Konishi. «Ninguno tiene cuatro aletas grandes que pueda usar junto con una aleta caudal».

Los investigadores especularon que las grandes aletas delanteras pudieron ayudarlo para maniobras rápidas, mientras que sus grandes aletas traseras podrían haber proporcionado inclinación para sumergirse o salir a la superficie. Y presumiblemente, al igual que otros mosasaurios, su cola habría generado una aceleración poderosa y rápida mientras cazaba. Un informe sobre el descubrimiento se publicó este lunes en Journal of Systematic Paleontology.

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