Por Extranotix
Una mujer de Nueva Zelanda. Afirmó que le pasó algo inexplicable. La residente de Hamilton es profesora de la Facultad de Derecho y abogada a tiempo parcial con amplia experiencia trabajando en Estados Unidos y Australia. En general, podemos concluir que esto fue escrito por una mujer seria y apenas necesita esa publicidad.
“Mi nombre es Caitlin Fowler, tengo 44 años, doy clases en Sydney, Hamilton y Adelaide, y también ejerzo como abogada financiera en Estados Unidos y Australia. Estoy casada y tengo dos hijos. Nunca me he encontrado con algo así en mi vida. Y, para ser honesta, pensé que todo esto eran fantasías, conjeturas, imaginación, porque yo, como abogada, estoy obligada a partir de evidencia física directa y no de sensaciones subjetivas.
Pero lo que experimenté es lógicamente imposible de explicar. Todo sucedió en 2017. Para ser precisos, el 19 de julio. Un zumbido me despertó. Al despertarme en mitad de la noche, no podía entender dónde estaba. Estaba rodeado por las paredes lisas de una sala abovedada, que se extendía muy, muy arriba. La luz procedía de bombillas con forma de diamante que colgaban a una altura de 8 o 9 metros. Al menos a mí me pareció que eran bombillas.
El sonido procedía de algún lugar exterior, pero probablemente debido al extraño diseño de la habitación, resonó a gran distancia. De repente descubrí que mi cuerpo estaba cubierto de alguna sustancia. Era como látex, apretándolo desde el cuello hacia abajo. Intentar quitarlo o intentar sacarlo terminó en un shock doloroso. Parecía como si la sustancia se hubiera vuelto una con mi piel. Me asusté mucho en ese momento. Los alrededores eran aterradores.
Quería gritar para que alguien viniera en mi ayuda, pero de repente un pensamiento pasó por mi cabeza, ¿y si no hay gente amigable aquí? Al final, decidí salir del pasillo y, tan pronto como salí, los sensores detrás de mí se activaron y las luces de diamantes se apagaron. El corredor era un túnel muy largo. Aquí prácticamente no había iluminación, solo provenía del suelo en forma de una línea de LED verdes.
Caminé durante mucho tiempo, mirando las habitaciones laterales. Todo dentro de mí se congeló de horror. En numerosas habitaciones había una cama estándar y en cada una de ellas yacía una persona. Mujeres, hombres, ancianos, niños. Todos estaban dormidos. El silencio rodeó el lugar.
Delante vi a un hombre….
Historia completa en el vídeo:
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