Mueren repentinamente sin que se puede hacer nada por salvarles la vida y sin síntomas previos. Sólo se publican los famosos, notorios o espectaculares, pero son muchos más los anónimos. La plaga de la REPENTINITIS está directamente provocada por el pinchazo que inocula el veneno de muerte.
El mecanismo es el siguiente: según la Catedrática María José Martínez Albarracín, ”La mayoría de las muertes producidas en el grupo «vacuna» son debidas a eventos cardiacos. Sabemos además que las células del miocardio tienen receptores ACE2, es decir receptores para la proteína Spike (espiga, en castellano), que está codificada en todas las «vacunas» génicas para covid, que además, el corazón es un órgano muy vascularizado y los vasos sanguíneos también presentan dichos receptores. En las necropsias de personas vacunadas fallecidas se ha encontrado una gran infiltración linfocitaria del corazón por lo que hay una altísima probabilidad de que el daño cardiaco provocado por las vacunas, miocarditis y pericarditis principalmente, se deba a un proceso autoinmne”.
La «repentinitis» acecha a todos los timo-vacunados en cualquier momento. Queremos llamar la atención sobre la muerte por infarto fulminante de una mujer que conducía su automóvil por la céntrica Avenida de España en La Línea de la Concepción.
Afortunadamente la pobre víctima tuvo los reflejos últimos para parar el coche, pero imaginemos que, de un volantazo, hubiera invadido la dirección contraria o que hubiera arremetido contra peatones.
Estaríamos lamentando más muertes de personas inocentes, incluso de las que han tenido la dignidad de no timo-vacunarse. Recientemente, también supimos de la muerte de un camionero en su cabina, encontrado tres días después del óbito.
Un escenario que puede afectar a automovilistas, camioneros, maquinistas, conductores de autobus, pilotos, … todos ellos grupos profesionales a los que ha habido una auténtica obsesión por inyectarles el veneno de la muerte.
Imaginemos por un momento el caos en nuestras sociedades si la plaga de la «repentinitis» va a más, como es lógico pensar, y la «repentinitis» les da a camineros y autobuseros en ruta, a maquinistas al borde los trenes, o a pilotos al mando de sus aviones.
Hay que parar este ataque de bioterrorismo antes de que sea demasiado tarde. Practicar análisis de sangre que detecten la proteína Spike y darles los remedios conveniente.
Fuente: http://ramblalibre.com/
Visto en: Astillas de Realidad
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