El Mar de Aral, situado entre Uzbekistán y Kazajistán, llegó a tener una superficie de unos 67.300 km2, y actualmente, apenas contiene un 10% de lo que fue.
Sin embargo, en esta ocasión, ha sucedido todo lo contrario, lo que parecía imposible se ha hecho realidad, y ha surgido en medio del desierto de Irak un mar con una gran cantidad de agua que no para de aumentar.
Lo llaman mar, pero, en realidad, se trata de un lago interior que ha aparecido en Náyaf, una ciudad ubicada al oeste del río Éufrates, concretamente, a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad.
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