Por EcoPortal.net
El objetivo principal de tener un huerto siempre ha sido poder obtener nuestra propia cosecha para consumo. Este método de generar tu propio alimento surge en la guerra, cuando comienza a usarse en las ciudades esta forma de cultivo conocida como huerto urbano, ya que no se podía depender de las importaciones y había que asegurarse el alimento.
Por aquellos momentos se llegaban a consumir, según datos estadísticos, hasta un 40% de alimentos procedentes de estos tipos de espacios verdes.
Una vez definido este lugar de cultivo, surge la necesidad con el tiempo y el conocimiento, de que lo que consumamos sea realmente sano. Esto es lo que llamamos hacer un huerto ecológico, donde se cultivarán verduras, hortalizas y plantas para uso culinario, sin el agregado de productos químicos, y ateniéndonos a los principios de respeto a la tierra y la naturaleza.
En este tipo de huertos, la producción de los alimentos es totalmente natural, ya que no se utilizan fertilizantes, pesticidas, ni ningún tipo de productos o técnicas artificiales. La cosecha debe hacerse a pequeña escala, o para consumo personal o familiar, que favorece el desarrollo sostenible y la optimización de los recursos de la tierra.
Además, si eres una persona que tiene conciencia ambiental, y la intención de hacer un aporte para la conservación del planeta, crear un huerto ecológico además de proveerte a ti y a tu familia de comida sana y económica, podría ser una gran oportunidad de negocio.
En muchas ciudades el mercado de productos alimenticios ecológicos se valora cada día más, ya que los de factura industrial cada vez llegan más contaminados. Tu huerto puede ayudar a ofrecer comida sana, y eso por supuesto, tendrá un valor.
¿Qué necesito para tener un huerto ecológico?
Una de las grandes ventajas de esta técnica de cultivo, es que no se necesitan grandes infraestructuras ni recursos para ponerlo en marcha.
– Necesitas primeramente un espacio con la mayor parte de luz natural posible, mientras más amplia sea la zona, más variedad y cantidad podrás cultivar. Lo ideal es tener un espacio en la parte trasera de tu casa. Si vives en departamento, podrías aprovechar una terraza, pero también pueden cultivarse muchas variedades en un balcón, o frente a una ventana con bastante luz.
– Es importante contar con los equipos adecuados, como los guantes de trabajo y las herramientas que permitirán llevar a cabo las labores de cultivo de forma más segura.
– Si no cuentas con un terreno, será necesario disponer de macetas o mesas de cultivo, de entre unos 20-30 centímetros que, para empezar, es suficiente.
– Para acondicionar la tierra en la que harás los cultivos, lo ideal es comenzar con un buen sustrato vegetal y abonos orgánicos, para fomentar el reciclaje y mejorar de esta manera la calidad de las verduras y hortalizas. Si es posible, produce tú mismo el compost, mezclando tierra de buena calidad con desechos orgánicos que formarán lo que llamamos compuesto orgánico.
– Para el riego, se puede hacer de manera manual y más adelante podrás armar e instalar tú mismo un sistema de riego automático, sobre todo para cubrir también las épocas en las que no estemos en casa o nos vayamos de vacaciones.
Por donde lo mires, la creación de un huerto ecológico es algo positivo. Ayuda con la generación de la conciencia ecológica, sensibiliza a la población para que comprenda la necesidad de respetar al medio ambiente, realiza una explotación lógica y racional de los recursos de la tierra, mejora la calidad de la alimentación, disminuye las emisiones de CO2 evitando el transporte, y mucho más.
Comienza poco a poco con tu huerto ecológico y verás lo gratificante que resulta cada fruto que produzca. Y estarás ayudando a que la Tierra tenga más posibilidades de continuar siendo habitable para las generaciones futuras.
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